“En Espantapájaros (1932) los protagonistas ya no son las cosas sino los mecanismos psíquicos, los instintos, las situaciones de omnipotencia, de agresividad, de sublimación, puestas en acción en textos de un lenguaje expresionista, fáustico, en un clima del más riguroso humor poético. Aunque está objetivada en situaciones concretas, expresada en imágenes significativas, la temática parecería querer ejemplificar, por lo definidos, algunos de los movimientos fundamentales de ese fondo oscuro y turbulento del yo.”
Born of a wealthy family in Buenos Aires in 1891, Oliverio Girondo spent his early years in Argentina and Europe, traveling to the Universal Exhibition in Paris in 1900, when he was only nine, and where he later claimed to have seen Oscar Wilde stalking the streets with sunflower in hand. After spending some time at the Lycée Louis le Grand in Paris and Epsom School in England, he made an agreement with his family to attend law school in Buenos Aires if they would send him each year to Europe for the holidays. For the next several years, Girondo explored the continent, even traveling to find the source of the Nile.
Meanwhile, back at home he had begun writing avant-garde plays, which caused a stir in the theater world of Argentina. In 1922 he published, in France, his first volume and verse, 20 Poems to Be Read in a Trolley Car, which shows the influence of Guillaume Apollinaire and the Parisian scene. Only in 1925, with the second printing of this book, did Girondo receive attention in Argentina. By this time, the ultraists, lead by Jorge Luis Borges, had become a major force the scene, and Girondo continued his own humorous exploration of the aesthetic in his second volume, Decals. In the same period he became involved with the avant-garde journal Martin Fierro, which brought together younger poets such as Girondo and Borges with more established figures such as Ricardo Güiraldes and Macedonion Fernández.
After a five year period of traveling again, Girondo returned to Buenos Aires, publishing two of his major works, Scarecrow (1932) and Intermoonlude (1937). A new book, Our Countryside, appeared in 1946, the same year he married the poet Nora Lange. In this new work he moved away from the ultraist ideas, playing with elaborate metaphoric language. As Borges moved toward his more fantasist works, and a new generation of poets arose, Girondo was increasingly described as a humorous or even frivolous poet, but his 1956 work, Moremarrow stood as a darker summation of his career, a work that bears comparison with the great Chilean writer Vicente Huidobro's Altazor. Many readers, however, feel that Girondo went further in his linguistic explorations. During that same period Girondo revived the journal Contemporánea.
In 1964 Girondo was hit by a car, and for the several years suffered terrible pain before dying of those injuries in 1967. His last works were gathered by the surrealist poet Enrique Molina.
I have a common disease. I have plenty of books on my currently-reading shelf, so why the hell do I have this need of reading more and more when I haven't finished the other ones yet? I start looking for random stuff and I end up reading another new book. No wonder all my well-planned readings stay in that shelf for months. It's pointless. I don't even know how I ended up with this book. I remember… I was looking for a blueberry muffins' recipe ... and then, all blank, blank... some article, blank, Molière (already waiting for me and my literary anxiety), blank, poetry, more blank, Girondo. Freaky, funny, witty, acid, mind-blowing Girondo.
After some pages, I found myself asking out loud: what the hell am I reading? There are some of his prose poems that I loved (amazing images, familiar feelings, fascinating and provocative writing) and others that I REALLY hated, even when he's trying to say something nice and deep and correct.
I don't know. I liked it, most of the times. I probably should read another of his books to make up my mind.
And, of course, I started reading and forgot all about the muffins. Worst. Cook. Ever.
Riqueza de lenguaje, imágenes juguetonas y pensamientos jugosos. Girondo es de esos escritores que han de estar siempre en la mesa de noche para conjurar el tedio.
Me tomó por sorpresa encontrar al principio un caligrama con forma de espantapájaros. Me gustó, y no se si es por haber tenido que hacer algunos en la facultad o si fue por que sí, pero a muchos de los poemas de este libro les busqué mentalmente la forma que podrían tener como caligramas.
No es poesía en verso sino en prosa, y son 24 poemas más el espantapájaros del comienzo. Son textos muy poéticos y bizarros, pero no por ello carentes de sentido. Son desvaríos surrealistas y vanguardistas, pero con argumento e historia. Algunos están narrados en primera persona, otros no. En un par no estuve completamente segura de si el narrador/protagonista era un ser humano, un objeto, una legumbre o qué.
Los temas que trata son principalmente el amor, el sexo, la muerte y el fracaso, pero todo tiene un cierto humor detrás. Y por supuesto, un toque de fantasía. Son indescriptibles estos poemas a menos que los lean. Encontrarles sentido es interesante y al mismo tiempo inútil. Son locuras coherentes, breves, independientes uno del otro. Son ¿cuentos? no estoy segura. Es raro, porque cuentan una historia que hasta tiene desenlace, tiene sentido y al mismo tiempo no. Hay "juegos de palabras", o en realidad juegos CON palabras. Hay algunas frases tan enroscadas que causan gracia, rozan incluso el trabalenguas.
Como es en prosa se lee rápido, aunque a veces tuve que volver atrás con un ¿qué? interior, para ver si había leido bien.. y sí, había leido bien. Va directo a mi categoría 'traqueotomía cerebral'. Los que más me gustaron fueron el 16, el 6 al 8, el 12 y el 15. El 19 sería fantástico como corto animado bizarro, mientras que el 24 –el más largo– me hizo acordar a Poe, tiene ese aire tétrico y atrapante.
No se lo pierdan si quieren leer algo diferente, transgresor a su modo, bizarro y con una belleza que resulta por momentos hermosa y por otras tosca y hasta grotesca. Muy bueno.
Excelente y curiosa poesía en prosa. Se convirtió en uno de mis libros favoritos del autor junto a “En la másmédula”. Como siempre me pasa con Girondo, me atrapa (también me da ternura y me causa gracia) la manera de jugar con las palabras; logra que muchas muchas dejan de tener sentido y, para mi, ahí es cuando lo adquieren. Lúdico. Recomendado.
This collection is a true literary feat of inspiration, awareness, and understanding - truly mind blowing.
I was completely stunned by this little book of, well, not stories actually, even though they had all the common themes: love, death, and suffering - all the divine comedies of life. But this book is so much more. It is a magnificent collection of musings, poetry, and little philosophical tidbits, all written with passion and a mind-altering precision, and most of all written with a very deep understanding of what it means to be human. From falling in love, to the disdainful duty of being a relative, to how one might long to embrace one's shadow, and the poetry, from and invitation to vomit at the hypocrisy of humanity - its dogma and self-pity - to poems that portray the incomprehensible beauty of the twilight hours. Lastly, I must mention the darkly humorous morsels of genuinely good advice: Don't floss your teeth with pubic hair.
Girondo stretches the imagination and exercises the mind. His writing is stunning, poetic, fluently disturbing, and yet, so full of truth. This is a must read for anyone who longs for understanding and for those who adore the thought-provoking surrealistic style - that is if you can confine Girondo to a style. This is a collection of genius, lovingly translated, preserving all of Girondo's ambiguities and subtle nuances. As a bonus, this collection includes the original Spanish text.
This is definitely one of those books you can and will return to over and over again.
Libro publicado en 1932 que inicia con un poema al estilo haiku, “la desorientación de mi generación tiene su explicación en...”. Sin duda estos poemas (¿o son algo más?) tienen un tono más intelectual, nihilista, y malhablado (sin duda). Las imágenes de los senos siguen vigentes, al igual que una extraña relación con el acto de hincarse. Las inmundicias, animales rastreros como las cucarachas, cadáveres, pedazos de cuerpos, peste, suicidios, inundan gran parte del libro. Así como escenas de sexo alienígenas o incluso de redes computacionales. En gran parte lo relaciono con un Marqués de Sade del siglo XX. Sin duda mi poema predilecto es el número 16, en el que dice: “jamás he comprendido que se pueda vivir, eternamente, con un mismo esqueleto y un mismo sexo”. Los otros favoritos son: 1,2,3,6,8,9,10,11,12,15,17,18,19,20,21,22.
«Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda»
No voy a mentir, en algunos fragmentos sentía que Girondo —aún con sus casi cien años de distancia, aún con su apertura a una lógica que se sale de lo establecido y que juega con la semántica de manera humorística— había esculcado en mi cerebro y plasmado en estas páginas aquellos pensamientos con los que luego me desvelo, sobre todo los relacionados con lo que implica existir. Sobre muchos de estos «espantapájaros» que se mueven entre el poema y la prosa-poética (lo que sea que sean esas dos cosas) pesa la realización, a veces dada por sentada, de que estamos existiendo, pensando, sintiendo, respirando en este preciso instante, pero que también eso implica que habitamos este mundo en cuerpos finitos que se agotan y que sí, de cierta manera, estamos en camino a recibirnos de calaveras. Se explora la manera en que llevamos el día a día, los procesos internos y cotidianos que están en juego, así como los términos que la sociedad impone para un cierto tipo de existencia... y luego se cuestiona eso, desde la manera en la que vivimos hasta la manera en la que hacemos sentido de nuestras emociones. Aquí parece haber una conciencia profunda de los lazos entre las limitaciones y la vida, un tipo de pensamiento que no puede dejar de rondar el hecho inevitable que es la muerte. Pero también hay una exploración de las pasiones y sentimientos que nos hacen lo que somos, que nos permiten apreciar que, aunque efímeros, somos producto de una maravilla que nos permite sentir, amar, llorar, gritar, enfurecernos, escribir, caminar, ver el mar, comer frutas, apreciar las estrellas... Después de todo, sí, somos finitos, pero la muerte es un país donde no se puede vivir, así que mejor explotar de existencia antes de que nos agotemos.
Unilektüre Nummer 6 dieses Jahr. Es ist echt traurig, dass 1/3 meiner gelesenen Bücher bisher aus Unilektüren besteht, aber immerhin lese ich...
Ich musste Auszüge aus dieser Erzählungen in einem Literaturseminar vorstellen, hätte mir selbst aber definitiv etws anderes ausgesucht. Das gesamte Seminar hat sich nur mit Erzählungen beschäftigt und auch wenn einige davon echt interessant waren, hab ich festgestellt, dass dieses Genre einfach nichts ist. Da ich jetzt aber auch eine Hausarbeit darüber schreibe, habe ich mir dann doch mal alle 24 Kapitel durchgelesen, weil ich gucken wollte, ob ich nicht die Auszüge, die ich für die wissenschaftliche Arbeit nehme, eventuell noch mal austausche. War tatsächlich der Fall. Ich mag Literatur nicht, wenn ich manche Sätze zehnmal lesen muss und dann immer noch nichts verstehe, was hier öfter der Fall war, allerdings nicht daran lag, dass es nicht in meiner Muttersprache geschrieben wurde.
Alles in allem wahrscheinlich ein tolles "Buch" für alle Fans von Girondo und der Avantgarde, mein Fall war es aber nicht.
Libro complejo de leer. Poesía del siglo XX. Siento que debo volver un tanto a la poesía, el poder de la palabra está allí en todo su esplendor. La lírica de la que se nutre la narrativa, para que deje de ser una simple crónica o anécdota.El poder de la metáfora que dice lo que los simples mortales no logramos decir. La palabra tiene magia y con eso me quedo y comparto: "No me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo (...)Pero... no les perdono bajo ningún pretexto, que no sepan volar"//Hay días en que yo no soy más que una patada, únicamente una patada."// Yo no tengo una personalidad, yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades.// Llorar a lágrima viva. llorar a chorros. Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar todo el insomnio y todo el día!"
>> Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.
This is not my review, I just don't like that there is no information on this book here whatsoever, so this is taken from "Parodic Musings on Futurism and Amore in Oliverio Girondo’s Espantapájaros (al alcance de todos") by Patricia Montilla:
The Argentine poet Oliverio Girondo (1891-1967) was one of the leading figures of the Spanish American avant-garde. Appearing in 1932 approximately two decades after the rise of Futurism,Girondo’s third collection of poetry,Espantapá- jaros (al alcance de todos), mocks the already clichéd literary conventions promulgated by the avant-garde. Many of the book’s poems parody the principles outlined in the found- ing “Manifesto of Futurism” (1909) and in F. T. Marinetti’s subsequent writings. This study closely examines the poems in Espantapá- jaros that play on Futurism’s assault on amore and senti- mentality, its scorn for woman, its promotion of sex as a sole means of reproduction, and its glorification of danger and violence. It also analyzes how Girondo adapts the poetic techniques outlined in Marinetti’s “Technical Manifesto of Futurist Literature” (1912) and incorporates, at times humorously, Futurist iconography of man and machine and of bodies and matter in motion. Girondo’s poems question Fu- turist views on love while demonstrating that although once jolting and rebellious, they were quickly imitated and even- tually absorbed into the literary canon. Unlike the Futur- ists, Girondo does not advocate a clean slate from which to create new art. Instead, the poems of Espantapájaros convey continuity through the use of parody, allowing Girondo to construct a link between the past and present and to chal- lenge Futurist ideologies and poetics while simultaneously composing new poetry. (PMM)
“Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo. Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto. Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando. Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar. Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca. Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!” ¿Cómo te quedas? Leí “Espantapájaros” en otra vida, casi. Hubo una película “El lado oscuro del corazón” que en 1992, a mis 20 años, me encandiló. Llegué a verla tantas veces que aprendí diálogos de memoria. En esta película el prota varias veces hace referencia a Oliverio GIrondo y un par de de poemas suyos. Así lo descubrí. Ha pasado una vida, casi, y por jugadas del destino, el libro volvió a mis manos (¿el eterno retorno es eterno?) Como el poema que os he copiado nos encontramos otros 23. El libro está escrito en 1932, y Oliverio Girondo fue uno de los principales integrantes de los movimientos de vanguardia argentino, marcado con ese estilo irreverente y experimental . Juegos de palabras, poesía deconstituída y reconstituída. Humor, libertad, absurdo, sensibilidad, crítica a la lectura en masa, rechazo a los convencionalismos lingüísticos y vitales. Renovación. Él mismo dice que “es mejor un tartamudeo que un plagio” refiriéndose a escritores anodinos que no aportan nada. Leer a GIrondo es viajar a otro mundo, otra manera de ver la realidad. Os animáis?
My Spanish is not very good, so I've had to depend on this translation in order to understand a lot of passages in Espantapajaros. Unfortunately, the translator cares more about his own cleverness than about the source material. I hate writing that is too self-consciously clever, and I've rarely seen anything more dreadful than this. I might take a stab at translating Girondo someday myself, because I think his fantastic prose poems deserve a lot better.
I read the translation by Gilbert Alter-Gilbert which offers both Spanish and English versions of the poem. Alter-Gilbert prefaces by recognizing that his translation cannot ever capture all the nuances contained in each word within the poem. Still, the content, the pace and the mood of the poem are all very entrancing and fantastical. Highly recommended.
“A medida que nuestra existencia se confunde con la existencia de cuanto nos rodea, se intensifica más el terror de perjudicar a algún miembro de la familia. Poco a poco, la vida se transforma en un continuo sobresalto. Los remordimientos que nos corroen la conciencia, llegan a entorpecer las funciones más impostergables del cuerpo y del espíritu. Antes de mover un brazo, de estirar una pierna, pensamos en las consecuencias que ese gesto puede tener, para toda la parentela. Cada día que pasa nos es más difícil alimentarnos, nos es más difícil respirar, hasta que llega un momento en que no hay otra escapatoria que la de optar, y resignarnos a cometer todos los incestos, todos los asesinatos, todas las crueldades, o ser, simple y humildemente, una víctima de la familia.” p. 26
“¿Nos olvidamos, a veces, de nuestra sombra o es que nuestra sombra nos abandona de vez en cuando?
Hemos abierto las ventanas de siempre. Hemos encendido las mismas lámparas. Hemos subido las escaleras de cada noche, y sin embargo han pasado las horas, las semanas enteras, sin que notemos su presencia.
Una tarde, al atravesar una plaza, nos sentamos en algún banco. Sobre las piedritas del camino describimos, con el regatón de nuestro paraguas, la mitad de una circunferencia. ¿Pensamos en alguien que está ausente? ¿Buscamos, en nuestra memoria, un recuerdo perdido? En todo caso, nuestra atención se encuentra en todas partes y en ninguna, hasta que, de repente advertimos un estremecimiento a nuestros pies, y al averiguar de qué proviene, nos encontramos con nuestra sombra.
¿Será posible que hayamos vivido junto a ella sin habernos dado cuenta de su existencia? ¿La habremos extraviado al doblar una esquina, al atravesar una multitud? ¿O fue ella quien nos abandonó, para olfatear todas las otras sombras de la calle?
La ternura que nos infunde su presencia es demasiado grande para que nos preocupe la contestación a esas preguntas.
Quisiéramos acariciarla como a un perro, quisiéramos cargarla para que durmiera en nuestros brazos, y es tal la satisfacción de que nos acompañe al regresar a nuestra casa, que todas las preocupaciones que tomamos con ella nos parecen insuficientes.
Antes de atravesar las bocacalles esperamos que no circule ninguna clase de vehículo. En vez de subir las escaleras, tomamos el ascensor, para impedir que los escalones le fracturen el espinazo. Al circular de un cuarto a otro, evitamos que se lastime en las aristas de los muebles, y cuando llega la hora de acostarnos, la cubrimos como si fuese una mujer, para sentirla bien cerca de nosotros, para que duerma toda la noche a nuestro lado.”
Irreverente, lúdico. Esas son las dos palabras que mejor pueden definir la obra de Oliverio Girondo, un poeta que no se limitó a utilizar las formas convencionales existentes en su época, sino que fue mucho más allá y buscó experimentar hasta límites insospechados con el lenguaje. No sólo introdujo la poesía en prosa, ya formulada en Francia por Baudelaire, y el humor del absurdo de la vida; sino, también, profetizó la pesquisa del sentido musical del poema que más tarde concluyó en obras colosales como "El puro no" o "Yolleo". La vida es un absurdo, un constante caos en que el ser humano puede hacer lo insospechado por dotarla de significado aunque se carezca de éste, un constante seguimiento de los placeres más prosaicos para eludir el acercamiento a la muerte, cuya presencia cercana nos aterra. La vida es un absurdo, es cierto, pero aunque constituya el objeto máximo de dicha palabra, no por eso no merece ser vivida. Ésta se carga de sentido en el absurdo, en la belleza que se puede crear con tal caos. Como se menciona en Espantapájaros 10: "En la vida hay que sublimarlo todo... no hay que dejar nada sin sublimar!". Puedo entender que se reclame ante la injusticia de que Borges no haya sido premiado con el Nobel, pero, ¿por qué no se reniega de que no se hayan dignado en galardonar a Girondo? Con no haber obtenido el premio, la Academia Sueca pierde gran parte de mi estima. Es una pena, ningún escritor volverá a encarnar tan melodiosamente la esencia del argentino. Hay muchas razones para leer su obra: el enriquecimiento del léxico propio, el descubrimiento de la poesía, la necesidad de reírse en momentos de melancolía. No recomiendo leer a Girondo, obligo a que todo fervoroso amante de la poesía lo encuentre y relea. Este libro ayuda a vivir.
Pedí recomendaciones de poesía y mi novia me dijo Girondo, bastaron tres textos para quedar hundida en sus palabras. Esa poesía vanguardista que no requiere versos para hacer que caigas en la desesperación, en la angustia y en la bipolaridad emocional de sucesos extraños. Esos textos que hablar de lo distorsionado me apasionan y Girondo dio en el clavo a todo lo que podía esperar.
No mentiré en que es un libro denso, tan denso que muchos textos los releí dos o tres veces para poder digerirlos de mejor manera, pero aún así me quedaron piedras que no pude tragar. Si toda su literatura es así acepto el desafío de encantarme o capaz desencantarse? No lo sé Pero simplemente me fue muy útil después de la terapia y las sensaciones posteriores
Su crítico o admirador dice : “Los dos primeros libros de Girondo, en efecto, son dos libros de viaje, en un sentido literal: el poeta recorre el mundo, toca el nervio de los lugares, anota vivencias. En cierto sentido son realistas. Pero hay en ellos una manera particular de sacar a la realidad de sus moldes, de sorprenderla en gestos imprevistos, a tal punto que lo cotidiano adquiere una sorprendente novedad, una exaltación.” En este segundo (tercer libro) me parece que Girondo sigue estando en una posición de observador, pero ya no del mundo sino de su espacio natal. Me da un poco de ansiedad que se haya dedicado sólo a la poesía, en cierto sentido, Espantapájaros llega a sentirse como una novela y esas partes en las que sentía eso eran las que más me gustaban.
THE FRESHNESS of pressing your forehead on a cool window pane. Lights through the night whose blinking out makes us feel more and more alone. The spider‑webbed tracery with which the wires enmesh the rooftops. The hollow hoofbeats of passing nags that stir our emotions for no reason. ... At times, while turning on a light switch, we imagine the fear the shadows will feel and want to warn them so they can muffle themselves up in the corners. And at times the crosses of the telephone poles above the rooftops have about them a sinister air, and one feels like slinking along the walls like a cat or a thief.
Sin una estructura poética tradicional, con forma principalmente de prosa, pero con recursos intensamente poéticos Oliverio Girondo nos adentra en su vorágine de pensamientos y vacilaciones. Es profundamente grato leer todos y cada uno de sus escritos, desde el primero hasta el último, totalmente llenos de humor, amor y hermosas comparaciones y descripciones. Es el primer libro que leo de él pero puedo decir que es uno de los escritores que más me ha fascinado hasta el momento, su capacidad descriptiva, su sentido del humor, su forma poco ortodoxa de abordar temas "tabú" para su época, no hay halagos suficientes para describir realmente lo mucho que disfruté estas 86 páginas.
Al inicio me atrapo quise seguir leyendo y dado su poco contenido en cuanto hojas lo reí rápidamente pero en cuanto seguía leyendo me di cuenta que si tiene mucho que ver el como este señor escribe y noté que no me gustó. Leí demasiadas veces la palabra " pechos" o sinónimos de esos, probablemente tiene mucho que ver que este libro haya sido escrito hace varios años y que no haya podido conectar con la escritura y con el autor.
"antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renuncia a cualquier cosa y esperar que se extenuen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda"
ese poema fue un pov: sos piscis con 12 personalidades invadiendote diariamente.
Un libro corto que resulta una explosión de originalidad, de humor vivo y surreal, con imágenes y giros del lenguaje capaces de desentumecer al lector más anémico. Pese a la ligereza con la que Girondo brinca de tema en tema, divirtiéndose con sus propias ocurrencias, se puede sentir también cierto peso de sus reflexiones en varios momentos del libro. Excelente.