Una adolescente aparece quemada y descuartizada en un descampado. Treinta años después, el crimen sigue sin aclararse y su familia y entorno se han desmoronado.
Hace treinta años, en un terreno baldío de un barrio tranquilo, apareció descuartizado y quemado el cadáver de una adolescente. La investigación se cerró sin culpables y su familia -de clase media educada, formal y católica- silenciosamente se fue resquebrajando. Pero, pasado ese largo tiempo, la verdad oculta saldrá a la luz gracias al persistente amor del padre de la víctima.
Esa verdad mostrará con crudeza lo que se esconde detrás de las apariencias; la crueldad a la que pueden llevar la obediencia y el fanatismo religioso; la complicidad de los temerosos e indiferentes, y también, la soledad y el desvalimiento de quienes se animan a seguir su propio camino, ignorando mandatos heredados.
Como en Las viudas de los jueves, en Elena sabe y en Una suerte pequeña, Claudia Piñeiro ahonda con maestría en los lazos familiares, en los prejuicios sociales y en las ideologías e instituciones que marcan los mundos privados, y nos entrega una novela conmovedora y valiente, certera como una flecha clavada en el corazón de este drama secreto.
Claudia Piñeiro is an Argentine novelist and screenwriter, best known for her crime and mystery novels, most of which became best sellers in Argentina. She was born in Burzaco, Buenos Aires province.
Primera obra que leo de esta autora (imperdonable), y descubro una joya de muchos kilates.
Quién busque en esta novela un relato de misterio o incluso un thriller, que desista. Aunque en el trasfondo ha habido un crimen horrendo, y una familia ha quedado devastada, el thriller brilla por su ausencia. No hay investigación policial ni falta que le hace. De hecho, pasan 30 años y aún no han encontrado al culpable. Sin embargo, cuando lleves menos de media lectura, la autora te resolverá esa duda.
Así que no, no va de investigación criminal ni de resolución de misterios. A excepción del criminalista, que sí debe aportar su granito de arena para la resolución final, y del padre, que ha tenido la verdad a su alcance durante todo este tiempo, los demás te lo dan masticado y digerido. Sólo hay que escucharlos para llegar al fondo de un misterio que, por otra parte, tú ya habrás deducido por tu cuenta.
“Catedrales” es una novela coral, contada a siete voces, todas vinculados con la víctima (¡maravilloso el relato de Marcela!). En cada narración, se irán aportando piezas de un puzzle que configura un magnífico mosaico costumbrista de prejuicios sociales, lealtades, ideologías exacerbadas y la búsqueda de redención.
Y aunque, de momento sólo le haya leído este libro (pero enmendaré ese error), ya sé que Piñeiro es una gran escritora. Su forma de contar historias y construir personajes así me lo atestigua. La crudeza del relato se sobrelleva gracias a la belleza de su composición. Es una novela descarnada, valiente, brutal. Pero, por encima de todo, es una novela bellísima en su simpleza. Una lectura que no te deja impasible. Que te remueve en las entrañas. Que te conmueve a la par que te maravilla. Que te deja con ganas de más.
Brutal No entiendo a la gente que dice que es “predecible” o “le falta enigma”, no creo que Catedrales pretenda ser solo una novela policial, acá no somos lectores en el papel de detectives que debemos adivinar quien mató y por qué a Ana. El policial, el crimen, el enigma, es una excusa para hablar de otras cosas: religión, manipulación, aborto ilegal, violencia de género, violencia simbólica, corrupción, amor, muerte, fe. Y es ahí, en el abordaje de esos temas, cuando esta novela se vuelve enorme, no podemos reducirla simplemente a la resolución de un enigma que se vuelve predecible, eso no importa para nada. Tienen que leerla, la escritura de Claudia siempre me atrapó, pero con esta novela fue distinto, te lleva a tantísimos lados, cuando no la estás leyendo, pensás en la historia y seguís dándole vueltas. Increíble la construcción de las voces, de lo más destacable, creo yo, que ha hecho Piñeiro como escritora. Cada voz está más que bien pensada y construida y aporta muchísimo a la historia, no sentí que haya repeticiones en ningún momento, hay puntos de vista sobre un mismo hecho, pero eso no significa que haya repeticiones, porque de hecho los puntos de vista son muy disímiles entre ellos. Espectacular, lean esta novela, no hay ni una palabra que tenga desperdicio.
Lo que más me sorprende de esta historia es la estructura narrativa, si bien es un libro predecible resalto el contexto en el que se dan los sucesos más importantes, el fanatismo religioso y la justificación de actos atroces. Una lectura rápida y adictiva, sin duda alguna.
Mi más grande arrepentimiento será no haber leído este libro antes de la FIL, porque así hubiera tenido la posibilidad de hablar con la autora y pedirle una dedicatoria.
Este libro me hizo gozar como hace mucho no lo hacía, una historia llena de emociones, perspectivas y crítica, con un lenguaje perspicaz, fuerte y emotivo.
Abordó temas como el cuestionamiento de una religión, aborto, sororidad, pérdida y más temas que hicieron que no soltara la novela.
¡Y NO MANCHEN LA CONSTRUCCIÓN DE PERSONAJES! Es un deleite conocer la voz de cada personaje porque están compuestos por un millar de valores, actitudes, razonamientos e ideologías que con cada palabra que dicen, crees que son reales.
No me tomó más de un minuto después de haberlo terminado, para considerarlo una de mis mejores lecturas del 2022.
Vaya que Claudia Piñeiros nos obsequió una historia exquisita y valiosa.
Cómo me ha gustado este libro. Cómo se disfruta de un libro cuando da en la diana de muchos de los pensamientos e ideas que laten en tu subconsciente y que la autora es capaz de plasmar con una maestría admirable.
Qué forma de atizar el fanatismo y el dogmatismo que lastran la capacidad de raciocinio de muchas personas escudándose en las creencias aprendidas y seguidas al pie de la letra.
Qué torpedo a la línea de flotación de muchos de los mantras que intentan inculcarnos en nuestras sociedades occidentales.
Qué forma de disfrutar con un thriller que no es un thriller, de la historia de una saga familiar, de la deconstrucción de un sistema de pensamiento y de educación, el católico, que ha marcado las vidas de muchos de nosotros y sigue en el meollo de nuestro sistema educativo.
Qué difícil hacer una reseña de este libro, del que realmente desde el principio sabes lo qué ha pasado, pero del que no te puedes separar para conocer el punto de vista de todos los implicados.
Cómo duele tanta hipocresía.
Que gran autora que habrá que leer con mucho interés.
4.5 Novela polifónica donde me parece muy acertado darle voz a todos los involucrados directa ó indirectamente en un crimen de una chica de 17 años . Más que un thriller, es una novela donde se tratan temas muy polémicos pero indispensables de tratar. Tales como : El derecho de decidir si permanecer al lado de una familia tóxica . El control psicológico que ejercen las instituciones religiosas. La manera en que se cometen atrocidades en el “nombre de Dios “. Manipulación familiar ó secular . La crueldad del fanatísmo.
No se trata del morbo, sino de denuncias sobre temas muy trascendentales y el libro sí que tiene finalidades claras. Bravo Claudia Piñeiro
Aunque la historia fue predecible, no pude parar de leer y la ventilé en 2 noches. Cuando leo a Claudia Piñero siento que me encuentro a una vieja amiga que me dice: "ven, siéntate aquí que te voy a contar algo". Una novela negra, pero más intimista que otra cosa. Nos muestra la hipocresía de la religión y como en su nombre se cometen atrocidades, se ocultan verdades por no perjudicar, por el qué dirán y para justificar los pecados. Una triste realidad que por momentos leí con coraje, con asco, con dolor y llegó a estremecerme. Y los finales de doña Claudia, esos finales de vuelta de página buscando más y que te dejan pensando e hilvanando escenas.
Es un thriller al uso? No Tiene un ritmo trepidante? No Tiene giro que te hagan volar la cabeza? Tampoco Qué tiene? Pues en realidad lo tiene todo
El libro gira sobre el asesinato de Ana, cuyo cuerpo aparece mutilado y calcinado, 30 años después aun no se ha encontrado al culpable.
Narrado a 7 voces, el padre de Ana, el sobrino, sus dos hermanas, su cuñado y el policía que llevó la investigación, cada uno nos cuenta su punto de vista en tres capítulo, y todos son tan interesantes! A veces de forma muy cruel pero llega a las entrañas. Quizás el que más me ha gustado es el punto de vista de Marcela, su mejor amiga y testigo que tiene amnesia anterógrada, fantástico este personaje.
Y con todo esto, el asesinato casi es lo de menos porque en las tripas hay una crítica a la religión magistralmente llevada, para reflexionar y una vez más llevarte las manos a la cabeza, todo es redondo, como digo, un LIBRAZO.
Una joven aparece muerta, quemada y descuartizada en un descampado. Treinta años después, con una familia rota, quedan preguntas sin resolver. A través del círculo más cercano se intenta reconstruir los hechos para descubrir la verdad.
Lo importante no es tanto lo que ocurrió, que hasta cierto punto puede resultar predecible, es la forma en que trata los temas -no voy a especificarlos ahora para no arrancar con un spoiler-, la crítica que incorpora, las sensaciones que te transmite. A través de las distintas voces de los personajes te va desvelando su visión e interpretación parcial de los hechos y te vas enervando al conocer lo qué ocurrió, las "semi-autojustificaciones" que pretenden darnos los distintos actores para diluir sus "responsabilidades" bajo el amparo de que me dejé llevar, la decisión no fue mía, era lo mejor, no soy culpable de ... La autora ha conseguido que conforme conociese algunos detalles mi rabia y mi mosqueo fuese subiendo, bajando, volviendo a subir, ... No, no comparto que fuesen los designios de Dios, no me basta el perdón divino, yo te absuelvo hijo, reza y puedes ir en paz,... Una persona murió, una menor de diecisiete años.
En las primeras páginas, Lía, su hermana, nos relata que durante el entierro dijo: no creo en Dios. Ya nos anticipa y nos predispone, si las campanas suenan por algo será. No tenemos certezas, solo suposiciones que rondan por tu cabeza y juegas a adelantarte a esta trama que poco a poco te va descubriendo lo que realmente ocurrió.
Marcela, la amiga íntima de Ana con la que compartía todos sus secretos menos el que marcó la tragedia, es un personaje especial. La noche de autos, Marcela sufrió un accidente que le afectó a la memoria, amnesia anterógrada, incapacidad de recordar a partir de ese momento. La autora no se ha limitado a contarnos su dolencia, con la reiteración y el lenguaje empleado, ha sabido transmitir esa sensación angustiosa de partir de cero y lo que puede representar para una persona. Cualquier relación se fragua en el tiempo y necesita de la memoria para recordar sentimientos, pequeños actos que se van acumulando y definen nuestra relación con el entorno, la gente, lo que hacemos. Incluso la imposibilidad de ¡¡leer un libro!!, cuando no puedes recordar lo leído en el capítulo anterior. Pero la capacidad de recordar anterior al accidente no se ve afectada, Marcela reitera que Ana murió en sus brazos ¿Cómo una persona puede morir dos veces? O más bien, qué ocurrió entre el último momento que recuerda y el descubrimiento del cuerpo de Ana, quién es el culpable, ... A través de Marcela tendremos una reconstrucción de los últimos días de Ana, duros, desagradables de leer por todo lo que representan, sensación que se acrecienta por el contraste entre lo que Ana le cuenta y la opinión más objetiva de Marcela. Un juramento entre amigas le impide decir abiertamente lo poco o mucho que recuerda hasta que Elmer, el criminalista recién licenciado que investigó en su día el crimen y discrepaba con la versión oficial, retoma la investigación y descubre la causa de la muerte.
Alfredo es el padre de Ana, el encargado de juntar todas las piezas y seguir con la investigacion para averiguar la verdad, lo que le ocurrió a su hija, su "pimpollo". Alguien que también nos dará su opinión al final del libro.
También intervienen en el esclarecimiento de los hechos Carmen, la hermana mayor y Julián, su marido actual. Ambos tienen mucho que contar, pero si quieres saberlo ¡tendrás que leer el libro!
Personajes bien perfilados, cada uno aporta su granito o su "montaña de arena" a la trama principal o a las distintos temas que toca: el fanatismo religioso, los "preceptos" de la Iglesia, las apariencias, la soledad, el amor, la amistad, la culpa, la confianza, las relaciones familiares, ...
Me ha gustado el estilo y como trata los temas la autora. Continuaré con alguno de sus libros.
¡¡Me ha gustado muchísimo!! Sinceramente, con lo leído en la sinopsis, no me esperaba este librazo. La manera de narrar de esta autora argentina es espectacular. Consigue que nos adentremos en la historia poco a poco, con personajes que hablan en primera persona y nos cuentan sus sentimientos más íntimos y también sus miserias, a la vez que nos van proporcionando detalles que nos aportan luz sobre los hechos que sucedieron en el pasado y también acerca de sus vidas. El crimen de Ana Sarda, de 17 años, empieza a dilucidarse treinta años después, gracias a la insistencia de su padre. El hecho de conocer la verdad no traerá a Ana de vuelta a la vida, pero si podría traer a Lía, su otra hija, que abandonó todo y rehízo su vida en otro continente, después de la muerte de su hermana. Lía dejó Argentina y se instaló en España, en Santiago de Compostela. Cortó lazos familiares, excepto con su padre, con el que ha mantenido cierta correspondencia por carta, hasta la actualidad. Lo que se descubre, después de tantos años, es estremecedor e impensable. Y hasta aquí puedo contar!! Esta es una novela muy elaborada, muy estructurada, con un ritmo pausado, pero ágil. Lo importante ya no es el crimen en sí, sino los personajes y sus emociones. Vamos comprendiendo poco a poco muchas cosas, a través de sus propias voces. Intuimos quién provocó todo lo que sucedió, pero eso no le quita interés a la historia. En algunos momentos, me ha parecido algo repetitiva, pero eso es más bien un recurso literario. Esta novela ha ido ganando estrellas a medida que avanzaba en la lectura y he llegado finalmente a puntuarla con 4⭐️ La quinta estrella se me cae hacia el final, pues hay un alegato de uno de los personajes que me parece un poco inverosímil, pero eso es una opinión personal.
Había leído a Claudia Piñeiro cuando tenía 12 años y su libro no me había gustado. Volví a leerla ahora con 18 años y me gustó muchísimo más.
Catedrales nos presenta la historia de una familia Católica, dos padres, tres hijas. La historia comienza cuándo es encontrado el cadáver de la hija menor en una zanja descuartizado y quemado. En el funeral, Lía, la hermana del medio, afirma rotundamente que ya no cree más en Dios y decide romper el vínculo con la familia. No quiere recibir noticias de ellos hasta que se encuentre quien fue el asesino de su hermana.
El libro está contado desde los distintos integrantes de la familia. La historia se forma a partir del punto de vista de cada uno de ellos y así vamos averiguando que fue lo que pasó con Ana. A su vez pasaron 30 años del hecho y mediante los puntos de vista la autora va y viene en el tiempo.
El libro me gustó mucho, toca temas muy fuertes, la religión y cómo atraviesa la historia de esta familia, las vidas de los curas que no deben casarse ni estar con ninguna mujer, los abortos clandestinos, los temas Tabú en las familias, etc. Es un libro duro, toca temas fuertes, es un libro que impacta.
Hubo uno de los personajes que no me terminó de cerrar, lo sentí muy frío, muy cruel. Y también me pasó que pude adivinar quién era el asesino mucho antes de que la autora lo revele, pero esto posiblemente se deba a que mi mamá leyó este libro y por sus comentarios empecé a sacar conclusiones 😌😆
Ay no no No me gusta Ni a pesar de lo que me encanta la autora Ni a pesar de que las primeras cincuenta hojas me atraparon Ni a pesar de las calificaciones de goodreads
No me interesan algunos personajes No me creo lo que sucede Me cansan los diálogos Me aburre marcela Me parece largo Con un desenlace ilógico por lógico Eso es como intentar mirarle la cara de tonto al lector Y eso a mi no me gusta nada
Catedrales es un libro en el que todo gira alrededor de un asesinato no resuelto cometido hace 30 años. A través de varios personajes involucrados se van desvelando hechos que nos dan una clara visión de lo que pasó. No es una novela con grandes sorpresas, enseguida se adivina lo sucedido, pero tampoco lo pretende. Se centra más en los personajes, en su relación y cómo les ha afectado la muerte de Ana. Muy buen libro para disfrutar de una prosa intimista y unos personajes potentes. Recomendado.
me gustó la forma en la que está narrado, siguiendo a cada uno de los personajes. me quedé con ganas de ver la reacción final de algunos cuando se revelan los secretos.
Esta novela navega entre el policíaco (al fin y al cabo el punto central de la misma es una muerte rodeada de incógnitas) y un poco lo intimista. Está contando desde el punto de vista de varias personas que están unidas a una joven que al parecer fue asesinada, descuartizada y quemada en Argentina en los años 90 (su hermana, su sobrino, su mejor amiga...etc.) Cada una de estas personas cuenta lo que sabe del caso y de esa joven y de cómo la muerte les marcó.
Realmente hacia la mitad del libro ya sospechas quién pudo ser el culpable, pero no creo que la novela pretenda ser un policíaco estricto en el que la solución sea verdaderamente sorprendente. No va de eso. Va de cómo la muerte afecta a las personas y cómo cada cual justifica sus errores agarrándose a lo que puede. Hay en este libro un par de personajes cuya hipocresía podría usarse como muro de contención del océano atlántico entero.
A quienes les gusté los misterios policíacos complejos no encontrarán eso aquí, pero a quienes les guste el estudio de personajes y una mirada al pasado reciente argentino en un tema muy específico (que no diré para no destripar nada) les puede interesar este libro.
La mejor síntesis para este libro es, simplemente, mediocre. Intenta contar una historia "controversial", pero peca de grandilocuente. A pesar de ser una historia contada desde múltiples puntos de vista, la autora se trasluce en absolutamente todos y hace los juicios de valor correspondientes, sin dejar que el lector analice la situación y juzgue por sí mismo. Además, salta a la vista que la autora estaba buscando tratar todos los temas de actualidad que le sean posibles, aunque tenga que meterlos en la historia con calzador. Es complicado tomarse en serio una novela que incluye frases tan profundas como las siguientes: «Me convertí en un *outsider*, un raro. Desde muy chico fui alguien diferente, un *alien*». ¿Qué clase de chiste de mal gusto es este? Se supone que este es un libro para adultos. Los personajes, excepto por Carmen y Marcela, son un chiste. Lía es el personaje más flojo de todos, sin ningún tipo de desarrollo. La narración de ella y de Mateo fueron muy superficiales. El personaje del nieto es muy blando, ¿cómo puede ser que, a pesar de repetir hasta el hartazgo que no tiene amigos y es muy tímido, se junte con los compañeros de la facultad a fumar *porro* mientras arman *maquetas*? ¿Qué estudiante de arquitectura fuma marihuana mientras prepara una entrega? Después, nuevamente, vuelve a mencionar que esconde porros en su cuarto. En ese mismo capítulo menciona, en una oración, que en un momento de su vida pensó que era gay, pero al final no. Datos que no aportan nada a la trama, no se vuelven a mencionar, no pegan con el personaje, simplemente son intentos constantes de transgredir o impresionar al lector con temas que ya fueron zanjados hace años. ¿Quién se sorprende con un poco de marihuana? Nadie. Situación similar ocurre con un diálogo del criminalista, Elmer:
«—Ah, una testigo, sí. O podríamos decir “une testigue”, como dicen ahora los chicos. “Chiques”. Ja, ja.»
¿? ¿Añade algo a los personajes, a la trama, a lo que sea? No, para nada. Ni siquiera se trata el tema en profundidad, se menciona y ya. Da la sensación de que Piñeiro tiene una lista de temas que tratar y los va tachando a medida que va escribiendo: ¿Drogas? Listo. ¿LGBT? Hm, sí, un poquito. Listo. ¿Lenguaje inclusivo? Sí, acá lo añado. Listo.
A pesar de su prosa paupérrima e historia predecible, el libro repunta un tanto en los últimos dos capítulos, el de Julián y Carmen. La introspección de estos dos personajes estuvo bien lograda, sobre todo la de Carmen.
Mi última crítica es referente al epílogo. Si se existía una oportunidad de reflexión para algún lector, fue aplastada por este capítulo final. Lo que puede extraerse del libro ya está procesado y expuesto directamente allí, como si la escritora temiese que el lector no llegase a la conclusión deseada. A pesar de estar de acuerdo con los puntos de vista expuestos, considero que el epílogo es un insulto a la lectura, quitándole a los lectores la posibilidad de rumiar lo leído y sacar sus propias conclusiones.
Le daría una estrella si no fuera por la estructura de la novela. La narración a través de múltiples personajes está bien construida, y mantiene la tensión adecuadamente. La premisa es interesante, pero su manera de escribir es muy superficial. Nunca me encontré alguna oración que haya deseado leer nuevamente por su belleza o complejidad. Dudo que sea una obra que aporte algo significativo a alguien mayor de 15 años.
Λία : Τριάντα χρόνια δηλωμένου αθεϊσμού, και ακόμα μπορώ να απαγγέλω από μνήμης τα εδάφια των Ευαγγελίων. (...) Γιατί τα θυμάμαι ακόμα; (...) "Και εξελθών έξω έκλαυσεν πικρώς". Σε αντίθεση με τον Πέτρο, εγώ δεν έκλαψα. Ματέο : Είμαστε μια ουλή. Η οικογένειά μου είναι η ουλή που άφησε η δολοφονία. (...) Εμένα, αντιθέτως, αν γάμος σημαίνει να ζεις όπως ζουν αυτοί, ο γάμος μου φαίνεται το απόλυτο φιάσκο, το πιο μεγάλο στο οποίο μπορεί να στοχεύει κανείς. Μαρσέλα : Είναι αδύνατον να σκοτώσεις έναν νεκρό. Κανείς δεν πεθαίνει 2 φορές. Η Άννα Σαρδά βρέθηκε κομματιασμένη και καμένη. Έλμερ : Είπα ψέματα στον Αλφρέδο Σαρδά. (...) Λάθη μπορεί να έκανα, ψέματα όμως δεν είπα ποτέ. Χουλιάν : Αποδέχτηκα όσα έγιναν ως σημάδι απ' τον Θεό και μπόρεσα να συνεχίσω μπροστά, ενώ άλλοι όχι. Κάρμεν : Τι θα είχα απογίνει αν δεν πίστευα; Δεν θα υπήρχε παρηγοριά για μένα. (...) Αυτό που πέρασε η οικογένειά μου δεν το εύχομαι σε κανέναν. Αυτό που πέρασα εγώ, ακόμα λιγότερο. Αλφρέδο : Εγώ είμαι ένοχος (...) Όμως το Καλό και το Κακό, εσείς κι εγώ το ξέρουμε, είναι έννοιες σχετικές (...) Σας αγαπώ πάντα. Αρχάγγελος Γαβριήλ : ............................. ✒️Έγραψε η Κλαούδια Πινιέιρο ένα αριστούργημα; Ξανά; Μα φυσικά! Έχω εκνευριστεί με άλλους χαρακτήρες τόσο όπως με τούτους δω; Όχι. Θυμός, θυμός, θλίψη κι ένα τεράστιο ΓΑΜΩΤΟ αιωρείται κλείνοντας τους Καθεδρικούς, όχι μόνο γιατί η γραφή της Πινιέιρο είναι αυτή που είναι, αλλά γιατί, γαμώτο, αυτά συμβαίνουν ΚΑΘΕ ΜΕΡΑ. 5/5 ⭐ Αγαπημένα καρνιβοράκια, εξαιρετική μετάφραση από την Ασπασία Καμπύλη!
Γνωριμία με την Piñeiro μέσα στους Καθεδρικούς της.
Πέρασα πολύ ωραία με τη συντροφιά της, ξεκουράστηκα, ηρέμησε το κεφάλι μου. Εάν είστε σε δύσκολη φάση αναγνωστικά (ή και γενικά), το ύφος της θα σας βοηθήσει.
Το συμμιγές κείμενο εμπεριέχει τη δολοφονία της 17χρονης Άννας Σαρδά, που το πτώμα της βρέθηκε καμένο και τεμαχισμένο σε μια αλάνα κοντά στο σπίτι της.
Η αφήγηση ξεκινάει με τη Λία, την αδερφή της και συνεχίζεται ως μια πολυφωνική ενημέρωση από όλους τους αγαπημένους της Άννας, προκειμένου να ζωγραφιστεί το πορτραίτο εκείνης της βραδιάς. Προσωπικά λάτρεψα τη Λία, ήλπιζα όλο το βιβλίο να αφορά τη ζωή της μετά τη θρησκεία, μετά τον θάνατο της Άννας. Φυσικά και δεν πρόκειται (μονάχα) για αστυνομικό μυθιστόρημα. Η πρώτη απόδειξη είναι πως μου άρεσε. Η δεύτερη είναι πως, πράγματι, εάν ήταν ένα παιχνίδι του να βρει κανείς τον δολοφόνο, θα ήταν αποτυχημένο. Η Piñeiro φαίνεται πως θέλει να μιλήσει για την τεράστια εξουσία της εκκλησίας πάνω στις κοινότητες αλλά και να συνδυάσει τη τρυφερή καμπύλη των χεριών που ζωγραφίζουν Καθεδρικούς και ενώνουν οικογένειες, με τα άγρια μυαλά εντός των ναών που τα γκρεμίζουν όλα.
Κάπου ανάμεσα στην οπτική του αστυνομικού και των υπολοίπων ένιωσα κούραση, αλλά πρόκειται για ένα βιβλίο που λαχταρούσα να γυρίσω σπίτι και να το πιάσω, συνεπώς τι άλλο να λέμε;
Υ.Γ. Σε άλλα νέα, η ‘ουλή’ του Ματέο μου θύμισε το οικογενειακά μυστικά του Serge Tisseron και όχι δεν παίρνω ποσοστά, απλά είναι εξαιρετικό βιβλίο.
«Ελπίζω να σας ξαναδώ. Και την Άννα, το Μπουμπουκάκι μου, που δεν της άξιζε να πεθάνει. Διαφορετικά, θα έχετε δίκιο εσείς, αγαπημένοι μου άθεοι, κι έπειτα από τούτη τη ζωή, όσο κι αν δεν μ’ αρέσει, δεν θα υπάρχει τίποτα».
Pero q libro más malo, lleno de lugares comunes (ateos buenos, católicos malos) con los temas de moda para bajar línea de la autora y como trama encima súper predecible, además repetitivo y agotador. Pesimo
No sé ni cómo empezar a describir lo que me pasó al leer este libro.
Con la sinopsis esperé un policial sobre crimen e investigación, pero apenas comencé a leer me di cuenta de que no era ese el enfoque más importante al cual prestar atención. Acá no se va trazando el recorrido de un asesino en manos de un detective sencillamente porque no es un libro de misterio. Es un libro que invita a reflexionar sobre la religión, las personas que nos rodean, las relaciones intrafamiliares y las problemáticas sociales. Si lo abrís esperando ver el recorrido constante de una investigación hacia un asesino, indefectiblemente te vas a llevar una decepción. O, mínimo, te va a parecer que la trama es lenta y vueltera. Por eso me parece importante dejar claro que NO ES ESA CLASE DE LIBRO. Acá se busca principalmente exponer una mirada social teñida de dolor y catolicismo. Sabiendo esto de antemano es más probable que se vaya a reconocer a este libro como la joya que es y no como uno de trama lenta.
Una de sus características es que tiene poco misterio. Desde el principio sabés en quién desconfiar y a medida que leés vas atando cabos. No hay ningún plot twist que nos sirva de "ultra revelación", como suele pasar en los libros policiales. Veo que hay mucha gente que se queja de eso con Catedrales, pero yo creo que a Piñeiro le importaba poco escribir un libro con misterio y del cual nadie descubra qué ocurrió realmente hasta el final porque, repito, no se trata de ese tipo de policial. Se trata, en cambio, de nada más y nada menos que una crítica. Una feroz crítica al catolicismo, a aquellxs que creen tan fervientemente que se les nubla el juicio y dejan de pensar con claridad, a aquellxs que se dicen "lxs mejores catolicxs del mundo" pero sus actitudes y acciones son completamente reprochables, por no decir hipócritas.
La única crítica mala que puedo hacerle es que en un punto la lectura comienza a ser repetitiva. Esto se debe a que, claro, se está contando exactamente la misma historia siete veces distintas, pero también se cuenta desde siete perspectivas distintas. Cada personaje sabe más o menos cosas sobre lo que pasó, así que se va formando la historia real mientras leemos los distintos puntos de vista y terminamos con la versión completa. ¿Resulta repetitivo? Sí. ¿Afecta la lectura para mal? En absoluto. Es un caso donde "vale la redundancia".
Para cerrar, no me queda más que decir que quedé fascinada con Catedrales. Me parece un libro esencial, particularmente especial para un público adolescente, diría. Y Piñeiro es una gran escritora, se nota en la manera en que empuña palabras y, sobre todo, en cómo crea personajes. Son tan reales que, si me dicen que son personas de carne y hueso, les creo. Maravillada con lo que es este libro.
¿No es ésa la meta más sublime que podemos ponernos cada una de nosotras? Tener un mundo mejor
¿Cómo escribir sobre un libro que me ha dejado el corazón en un puño? Un libro con el cual he contenido la respiración, me he sentido ansiosa, enojada, triste, emociones que se han manifestado de forma externa: he sudado, he tenido taquicardia, he apretado los puños. Me ha llegado tanto al alma que las palabras se me atragantan y luchan por quedarse dentro, pero siento que necesito escribir, quizás más que otras veces.
Este es mi primer encuentro con la prosa de Piñeiro, más adelante podré hacer comparaciones entre su estilo y su trato de la familia, porque conozco de Elena sabe, y sé que es su obra cumbre, y toca temas muy familiares, ¿mejor logrados que aquí? Pudiera ser. ¿Qué el libro fue perdiendo la potencia del principio a medida que avanzaba? Quizás… o quizás era el agotamiento tan grande que sentí al leerlo prácticamente en una sentada, porque me consumió de una manera arrolladora.
La religión siempre ha sido un tema que me ha interesado de manera ‘filosófica y social’. ¿Qué nos hace como seres humanos recurrir una y otra vez a algo que no conocemos, casi siempre en nuestros momentos de más oscuro desespero? ¿Qué es la fe, y por qué significa para cada individuo algo diferente? ¿Cómo algo que en teoría debería ser lo más puro que existe puede ser tergiversado tanto?
Existen muchos tipos de religiones y religiosos, la religión es tan antigua como la humanidad misma, pero en su interdependencia social siempre ha tenido un objetivo, o por lo menos así lo concibo yo: el control. Basta con observar como los regímenes autoritarios parecen querer imitar esa dinámica que surge entre el clero y los feligreses, buscando esa confianza ciega, casi absurda, que esconde un ansia de poder absoluto. ¿Cuál es el objetivo de creer en Dios? ¿La vida después de la muerte? ¿Una guía sobre el comportamiento humano? ¿Sentirnos menos solos? ¿Sentir que tenemos un objetivo en la vida?
Lo sentí cercano, hay mucha gente que no es ciega y, de todos modos, no quiere ver. Quizá tomándoles la mano lo logren.
Con la religión como punto de partida, Piñeiro logra hilar una tragedia familiar tan retorcida que en ocasiones podría parecer inverosímil, pero lamentablemente el ser humano es inverosímil en sus contradicciones. Un suceso que altera el curso de una familia, que esconde un gran odio y resentimiento detrás de una fachada de familia devota.
A través de voces distintivas, se nos cuenta la historia de Ana, que aparece descuartizada y quemada, hecho que revuelve la vida de sus padres y sus dos hermanas mayores Carmen y Lía. Lía se declara atea en el funeral, Carmen parece aferrarse más que nunca a su devoción. A medida que avanza la narración y conocemos lo que está detrás de la fachada, se nos plantean interrogantes como las que he expuesto, y muchas más, siempre resaltando la hipocresía humana y lo peligrosa que puede llegar a ser la religión, interpretada a conveniencia.
Creo que cada uno de nosotros llega a la verdad que puede tolerar
Mientras uno lee va creciendo el sentimiento de impotencia. La historia absorbe tanto al lector que es fácil sentirse parte activa de lo que está ocurriendo, o mejor dicho, lo que ocurrió hace treinta años, y la previsión de los sucesos, solo enaltece el sentido de oprobio ante la imposibilidad de cambiar el destino de la pobre Ana. Más que nunca se puede sentir la carga de estar vivo, y de que cualquier acción, por más diminuta que parezca, puede afectar el curso, no solo de una vida, sino de una familia entera, y cómo solo es posible darse cuenta con el paso del tiempo, cuando se puede analizar con frialdad lo sucedido.
Una vez revelado el final de una historia, resulta muy fácil pontificar qué habría que haber hecho. Pero mientras transcurre, nadie conoce el desenlace, y cada uno hace lo que mejor puede
Si me llevo algo bello del libro es la historia de las catedrales. Admito que desconocía la historia de Raymond Carver, pero me ha parecido preciosa. Me quedo con esta frase:
Me imagino que la catedral de Marcela sería una construida con mariposas negras. La de Ana, una empapelada con sus dibujos. La de Lía, una catedral en la que los ladrillos de las paredes sean libros; ladrillos móviles, que puedan retirarse para ser leídos sin que la catedral se venga abajo. La de Mateo, una hecha de preguntas, donde un signo de interrogación se engancha con otro en una cadena sin fin. La mía, una catedral levantada con las palabras que quiero llevar conmigo a donde vaya. En las paredes estamparé algunas de las que más me gustan: “santarritas” y “buganvillas”, por ejemplo. Y sus nombres, “Lía”, “Mateo
Die drei Schwestern Lía, Ana und Carmen wachsen in Adrogué auf, einem Vorort von Buenos Aires. Die Familie ist streng gläubig, Glaube und Kirche bestimmen Erziehung und Bildung der Mädchen. Als Ana eines Tages nicht nach Hause kommt und später ihre verbrannte und zerstückelte Leiche auf einer Mülldeponie gefunden wird, werden die verbliebenen Familienmitglieder in ihren Grundfesten erschüttert. Während die älteste Schwester Carmen einen ehemaligen Priesterseminaristen heiratet und ein Theologiestudium antritt, schwört die mittlere Schwester Lía dem Glauben ab, kappt jegliche Verbindung zu ihrer Familie bis auf einen regelmäßigen Briefwechsel mit ihrem Vater und eröffnet in der spanischen Pilgerstadt Santiago de Compostela eine Buchhandlung. Fast dreißig Jahre hören die Schwestern nichts voneinander, bis Carmens Sohn verschwindet und seine letzten Spuren ausgerechnet nach Santiago de Compostela führen. Das Aufeinandertreffen von Lía und Carmen wirbelt die Vergangenheit wieder auf, was den Mord an Ana in einem ganz anderen Licht erscheinen lässt.
Hochspannend und gesellschaftskritisch betrachtet Claudia Piñeiro in ihrem Kriminalroman "Kathedralen", aus dem Spanischen übersetzt von Peter Kultzen, die Abgründe, die in Familien lauern, fehlgeleitete Moralvorstellungen und die Gefahren von religiösem Fanatismus. Aus sieben Perspektiven heraus berichtet sie von den Geschehnissen rund um Anas Tod, jede Figur hat dabei ihre eigene Stimme, ihren eigenen Stil und bringt neue, teils sehr erschütternde Blickwinkel auf die Tat, die vor dreißig Jahren begangen wurde. Gerade diese Vielstimmigkeit macht den Kriminalroman besonders, verleiht sie ihm doch noch mehr Tiefe und gibt Einblicke in Gedankenwelten, die sonst eher verschlossen bleiben. Tathergang und Täter*in sind bald ausgemacht, das Warum gestaltet sich komplexer und wird von Claudia Piñeiro meisterhaft ergründet. Sprache, Form, Figuren, Setting und Geschichte - für mich hat hier alles zusammengepasst. Große Empfehlung!
Una escritora que pocas veces me decepciona y que disfruto mucho leer sus libros en donde va intercalando en su relato los datos literarios al cual puede ser asociado el argumento, aumentando mi lista de pendientes, y donde se aprende algo. Tiene la capacidad de alimentar la causa de mi gusto por la lectura, la capacidad de sorprenderme a pesar que suele ser por las miserias humanas llevadas a niveles que duelen. Historia interesante que mezcla amor, fe, delitos, miserias, familia, el valor de la amistad y la posibilidad de llegar a la verdad que nos de un poco de paz. Engancha de tal manera y con un lenguaje tan amable que no se puede soltar hasta finalizarlo. Como suele suceder, los finales de los libros de Piñeiro suelen causarme indignacion por mi sed de justicia justa pero ... asi es el ser humano.
30 años después, los 7 narradores de esta historia recuerdan el brutal asesinato de Ana. A través de la voz de sus allegados reconstruimos una historia que tuvo un triste e injusto desenlace a la vez que desenmascaramos los secretos, los prejuicios, los miedos y las promesas que rodearon dicha tragedia.
No empiecen este libro buscando un policial o un thriller porque no van a encontrar misterio y probablemente sientan predecible la cantidad de información con la que, como lectores, contamos en todo momento. Lo interesante y cautivante desde el inicio de esta novela es el realismo de los temas que toca, es como la autora se anima a hablar sin ser políticamente correcta acerca de religión, creencias, vínculos familiares, mentiras, entre tantos otros tópicos que no quiero adelantar para que los descubran de a poco y para que experimenten con el cuerpo la cantidad de emociones que el libro produce. Cada narrador aporta elementos distintos a una historia muy fuerte y profunda a la que no se le dejan de sumar capas en ningún momento y que se va completando muy de a poco hasta formar un cuadro que me dejo sin palabras.
Una de las cosas que más disfruté del libro es la forma en que la autora describe y narra los vínculos; desde aquellos que se perciben muy cercanos hasta los más fríos y distantes. El grado de detalle, lo humanas que se leen las conversaciones, el sentir de los protagonistas, los recursos narrativos y la evocación de ciertos objetos, nos traslada a la dinámica de esta familia y nos pone en su piel. Es un libro adictivo desde la primera página y es de aquellos títulos que trascienden por completo el factor sorpresa o el ritmo vertiginoso de acciones; “Catedrales” cautiva, enoja y emociona por la forma y por el estilo con que la historia está contada, por sus reflexiones, sus rebeldías, su verdad y por los colores y sombras de sus personajes.
Es de esas novelas en la que todavía pensamos aun cuando no estamos con libro en mano; no se pierdan de leerla y de conocer a esta gran autora argentina de la que pienso leer toda su obra.
Es una novela larga sin necesidad de serlo, porque considero que repite muchas veces la misma información hasta aburrir un poco. También es muy predecible, desde los primeros capítulos tiré una hipótesis y se cumplió al final.
Además, noté que hay como una necesidad de plantar indicios muy forzadamente.
La historia es atrapante, no lo niego, pero tiene esas fallas que me resultan extrañas como si Claudia Piñeiro hubiera cambiado de corretor/a de estilo, o si se hubieran apurado en publicarla sin pasar por esa etapa. Algo pasó.
Creo que sin esos detalles sería una gran novela.
Yo me sentí un poco subestimada como lectora, y eso que me gusta mucho esta escritora y la sigo a full en Twitter. En general, me encanta todo lo que hace.
Lo más interesante es la estructura: cada capítulo narra en primera persona una versión diferente sobre la muerte de Ana, en la voz de distintos personajes. Ana aparece descuartizada y quemada en un baldío, esto lo dice la contratapa así que no estoy espoileando.
No es la repetición de los diferentes puntos de vista sobre un mismo hecho lo que más me incomoda, aunque suma, sino que dentro de cada testimonio, de cada personaje, se reitera mucho lo mismo. Al final, es demasiado. Cada voz está bien construida, excepto la de Mateo, que no me la creo. Es muy parecida a la de Lía. La mejor, creo, es la de Elmer.
Ya lo verán en detalles cuando lean la novela, que creo que va dentro del género policial porque durante el relato se investiga y se devela las causas y formas de un crimen, aunque ya se sabe que esta autora se escapa de los estereotipos para indagar más en los personajes y sus relaciones entre sí. También cuestiona estructuras sociales y formas de pensamiento muy cristalizadas.
Brutal. Bajo la apariencia de una novela noir en la que una familia se desintegra a causa del asesinato de la hija pequeña y cómo treinta años después sigue sin saberse quién lo hizo, Piñeiro despliega una serie de voces narrativas interesantísimas para hablar de ciertos temas sociales desgraciadamente aún muy vigentes. De hecho, la respuesta al enigma es más que obvia antes de llegar a la mitad del libro porque saber lo que pasó hace treinta años no es tan relevante como saber lo que pasa hoy en día, no solo en esa familia ficticia sino en nuestra sociedad. El audiolibro me ha puesto los pelos de punta porque todes les intérpretes están de ovación y vuelta al ruedo. En fin, que muy recomendable. Mejor incluso que “Las viudas de los jueves”, de la misma autora, que ya me entusiasmó en su momento.
Ξεκινάει με έξυπνο τέχνασμα, ως ένα άλλο αστυνομικό μυθιστόρημα που ψάχνει ποιος είναι ο θύτης σε ένα απεχθες έγκλημα που συνέβη 30 χρόνια πριν. Μόνο αστυνομικό μυθιστόρημα δεν είναι τελικά όμως, αλλά η συγγραφέας με δόλιο τρόπο μας παρασέρνει και μας παίρνει από τα μαλλιά, κάνοντας μας να αγωνιούμε να ξετυλίξουμε το κουβάρι της ιστορίας γύρω από την δολοφονία της Άννας. Κάθε σπίτι ένας καημός, εδώ μόνο καημοί, μιας και κάθε πρόσωπο κουβαλάει την προσωπική του τραγωδία και αυτή σχετίζεται ως έναν βαθμό με την προαναφερθείσα δολοφονία. Πάντα μου φαίνεται υπέροχη ιδέα να βάλεις τους γύρω γύρω ανθρώπους να μιλήσουν για ένα τέτοιο γεγονός παρά τ@ ίδι@ τ@ πρωταγωνιστ@, γιατί δίνει εντελώς διαφορετικές ματιές σε ένα μόνο γεγονός. Τους καθεδρικούς τους σχεδιάζουμε γραμμή γραμμή εμείς, αλλά τους γκρεμίζουμε κιόλας εξίσου εύκολα άμα λάχει.
Υ.Γ.1 Έχω ένα soft spot για τις εκδόσεις carnivora και ιδιαίτερα το artwork που χρησιμοποιούν για τα εξώφυλλα.
Υ.Γ.2. Πολύ πιθανόν η Πινιερο να μην μπορεί να γράψει κακό βιβλίο, θα προσπαθήσω να το μάθω ροκανιζοντας την βιβλιογραφία της στα ελληνικά με την πρώτη ευκαιρία.