¿Por qué no había encontrado antes una novela que emanara el espíritu de El retrato de Dorian Gray? Fuimos crimen, seremos poesía ha sido una lectura fascinante. Este libro es exquisito. Tanto la historia como la narración me parecen extraordinarias, me atrapó completamente. El estilo de escritura del autor me enamoró.
Es un libro plagado de reflexiones y críticas a los estándares sociales y a la opresión que sentimos a lo largo de la vida. Lo hace a través del amor. Te hace pensar y profundizar en la psique de Javier hasta el final. Nos invita a comprender sus sentimientos más allá de cuestionar sus intenciones. No es, sino, una puerta abierta a hacerlo con nosotros mismos. Es un personaje fascinante, digno de admiración.
Al principio vi a un chico que parecía que no iba a tener mucha trascendencia y que el protagonista de todo este embrollo sería Álex. A pesar de poner todo el plan en marcha para reencontrarse con quien era su mejor amigo, parece dudar nada más llegar a la isla. Pero pronto notamos al personaje crecer, evolucionar. Como en la vida, salir de la zona de confort es un camino asegurado al cambio. Esto hará que nuestro joven comience una carrera hacía la comprensión de sus sentimientos y consiga aclarar las cuentas pendientes que sentía en su vida.
Cada capítulo es maravilloso. Es el cénit de la belleza y la lírica. Y ese final… ¡no hay cabida para otro diferente a ese! Me entregué a la poesía del autor y me dejé cautivar.
Fuimos crimen, seremos poesía ha sido una lectura fascinante. Este libro es exquisito. Tanto la historia como la narración me parecen extraordinarias, me atrapó completamente. El estilo de escritura del autor me enamoró.
Es un libro plagado de reflexiones y críticas a los estándares sociales y a la opresión que sentimos a lo largo de la vida. Lo hace a través del amor. Te hace pensar y profundizar en la psique de Javier hasta el final. Nos invita a comprender sus sentimientos más allá de cuestionar sus intenciones. No es, sino, una puerta abierta a hacerlo con nosotros mismos. Es un personaje fascinante, digno de admiración.
Al principio vi a un chico que parecía que no iba a tener mucha trascendencia y que el protagonista de todo este embrollo sería Álex. A pesar de poner todo el plan en marcha para reencontrarse con quien era su mejor amigo, parece dudar nada más llegar a la isla. Pero pronto notamos al personaje crecer, evolucionar. Como en la vida, salir de la zona de confort es un camino asegurado al cambio. Esto hará que nuestro joven comience una carrera hacía la comprensión de sus sentimientos y consiga aclarar las cuentas pendientes que sentía en su vida.
Cada capítulo es maravilloso. Es el cénit de la belleza y la lírica. Y ese final… ¡no hay cabida para otro diferente a ese! Me entregué a la poesía del autor y me dejé cautivar.