Del libro "Recetas para Sanar tu Corazon: Principios simples para vivir la vida"
Tu vida es ciento por ciento tu responsabilidad
Por Héctor Williams Zorrilla
(Este artículo es digo de que lo leas. Es un regalo especial del autor del libro “Recetas para Sanar tu Corazón: Principios simples para vivir la vida” que acaba de ser publicado. Esta es la receta # 7 de las 29 recetas que hay en el libro.
Puede obtener el libro en:
http://www.amazon.com/Hector-Williams...)
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Principio número 7
¡Tu vida es ciento por ciento tu responsabilidad!
Esa vida que disfrutas es tuya. Te fue dada como un regalo para ti. Eres responsable ciento por ciento de ella. Tienes que aprender a tomar responsabilidad por toda tu vida. Por todos tus actos, éxitos, fracasos, aciertos, errores. No puedes pretender evadir tu vida. Acéptala y vívela con todas sus implicaciones. Responsablemente.
El universo está bien organizado para tu beneficio. Nadie ni nada en la tierra o en el universo están en contra de ti. Todos los recursos de la tierra y del universo están a tu favor, contigo, trabajando para tu beneficio. El sentido de esta verdad es la primera razón por la que tienes que tomar entera responsabilidad por y de tu vida. No tienes enemigos reales ni en la tierra ni en el universo. Todas las energías la tierra y del universo trabajan para tu bienestar. No malgaste tus preciados recursos percibiendo, hablando y pensando de enemigos que te impiden realizar tus sueños. Todos los recursos de la tierra y del universo son tus amigos y están a tu favor. Eres un ser especial que viniste a la tierra a cooperar con el bienestar de toda la humanidad, y no hay fuerzas que puedan impedir ese propósito.
Por lo tanto, olvídate de las quejas, saca las quejas de tu diccionario de la vida. Ellas ni resuelven ni te sirven de nada. No te son útiles. Tú eres un ser humano sabio e inteligente. No pierdas tu tiempo, energías y recursos quejándote. Utilizas esos recursos resolviendo, avanzando, creciendo. Cuando te quejas contra alguien o algo, significa que tú sabes que tienes una situación para resolver. Quejándote no la va a resolver. Enfréntala directamente con soluciones. Eres un ser humano sabio e inteligente. Borra las quejas del diccionario de tu vida. Las quejas te distraen y llenan tus pensamientos de telarañas. Estableces tu verdad haciendo lo que tienes que hacer con tu vida, no quejándote acerca de ella. Todo en el universo está preparado y dirigido para servir a tu bienestar. Los recursos que puedes utilizar quejándote, úsalos para sincronizarte con las fuerzas del universo que trabajan a tu favor. Cuando te quejas le envía señales de debilidad y contradicción al universo. “Cuando pides, recibes” y el universo interpreta tus quejas como una petición y te la devuelve para atrás. Cuando te quejas lo haces de manera negativa. Tú no quieres negatividad en tu vida. Y eso es lo que recibes para atrás del universo al quejarte.
Olvídate de las acusaciones a ti mismo, situaciones u otras personas. Si tienes que decirle algo alguien díselo directamente, con asertividad. Cuando acusas admite que tú tienes otras soluciones. Lo que tienes que hacer es buscar y aplicar esas soluciones a las situaciones y circunstancias de tu vida. Tus acusaciones no resuelven nada, y ni siquiera te sirven de catarsis o desahogo. Por lo contrario, te aumentan las frustraciones de la vida y te hacen menos efectivo. Eres un ser humano inteligente y sabio. Saca las acusaciones de tu diccionario de tu vida. Jamás te acuses negativamente a ti mismo (a) de algo. Trátate con cariño, ternura y amor. Ya re acusaron lo suficiente durante tu niñez. Todavía guardas en tus memorias todas las críticas negativas que te hicieron en la niñez. Tienes que perdonar tu pasado y enviarlo libre, incluyendo a todas las personas de tu pasado. Tienes que perdonar a todas las personas que te hicieron daño y criticaron en el pasado durante tu niñez. Debes dejar a esas personas libres porque ellas son responsables de sus propios actos, no tú. No perdonas sus actos negativos contra ti, sino que perdonas a la persona que es víctima de su propio nivel de entendimiento espiritual. Si una persona daña a un niño (a), es porque necesita adquirir mayor entendimiento espiritual. Cuando decides dejar libre tu pasado, te liberas a ti mismo (a). Al liberarte de tu pasado, disuelves y sanas las emociones y los sentimientos que te unen a él. Algunas de las emociones y sentimientos que te unen a las heridas de tu pasado son: el resentimiento, la amargura, el odio, el rencor, la ira, el enojo, la culpa, la vergüenza, el miedo, la tristeza, la desconfianza. Todas estas son emociones nocivas que te limitan y te aprisionan. Al perdonar tu pasado y dejarlo libre, re-emplazas estas emociones y sentimientos por otras más sanas y enriquecedoras de tu vida presente. Y abres entonces espacios para el amor, la paz, el gozo, la asertividad, la seguridad, la fe y la confianza, la ternura, la dulzura. Decides perdonar tu pasado y dejarlo libre, utilizando tus pensamientos, tus creencias y tus palabras en el presente y el ahora. Cuando perdonas y liberas tu pasado, te estás perdonando y liberando a ti primero. Y entonces ya no sientes la necesidad de acusarte ni acusar a nadie más. Al ser libre de tu pasado, puedes vivir en el presente y usar tus pensamientos, tus creencias y tus palabras para crear la vida de tus sueños en el ahora. Tu presente adquiere poder y tu pasado es historia sin significado. Ni sientes la necesidad de acusar a alguien, porque ya no hay nadie a quien acusar.
Olvídate de la victimización o de hacerte la victima cuando las cosas no salen como lo esperas. Aceptas la realidad de los hechos y sigues adelante. Cuando te comportas como víctima alejas soluciones y recursos, porque ninguna persona triunfadora desea estar cerca de una víctima. Cuando te sientes víctima es porque te sientes culpable. Si te has equivocado, admítelo y muévete hacia adelante con tu vida. No te quedes sumergido en tus sentimientos de victimización. Ellos te dañan el sabor alegre y de felicidad de la vida. Eres un ser humano inteligente y sabio. Borra la victimización del diccionario de tu vida. Consciente o inconscientemente tú creas y atraes todas las experiencias que te ocurren. Es más beneficioso para ti que te dediques a disolver todos los patrones de pensamientos, creencias y palabras que están atrayendo y creyendo experiencias que te desagradan. Tu eres un (a) creador (a). Lo único que tienes que hacer para cambiar las experiencias que te desagradan y no deseas en tu vida, es perdonarlas y agradecerles el servicio que te proveyeron, y utilizar tus pensamientos, tus creencias y tus palabras para crear las experiencias que deseas tener tu vida en el presente. Nunca eres víctima de algo, excepto de la falta de entendimiento espiritual. El entendimiento espiritual que posees está de acuerdo al nivel de vida espiritual que vives. Cuando elevas tu entendimiento espiritual también elevas tu nivel de vida espiritual.
Olvídate de las excusas y admites que algo no salió como tú lo esperas. Eres un ser humano que todavía posees imperfecciones, pero que fuiste creado por la perfecta divinidad. Algunas veces tendrás que excusarte con alguien por haberle ofendido o mal interpretado. Eso es parte de las comunicaciones humanas. Hazlo que cada vez que sea necesario. Pero no vivas de excusas para justificar constantemente cuando las cosas salgan mal. Esas excusas te hunden en la negatividad, la mediocridad y la vida infeliz. Enfréntate a la verdad de los hechos. Y adquieres los recursos necesarios para que las cosas funcionen como esperas. No vivas de excusas en excusas para ocultar tus errores, ignorancia, falta de motivación, falta de iniciativa y creatividad, decisiones emocionales o con falta de raciocinio. Eres un ser humano sabio e inteligente. Borra las excusas del diccionario de tu vida. Los fracasos te darán la oportunidad de prepararte y hacerlo mejor la próximo vez. Eres un (a) creador (a) y la práctica te hará perfecto (a).
Todos nosotros nos resistimos al cambio.
Utilizamos quejas, acusación, victimización y excusas porque de alguna manera nos resistimos al cambio que necesitamos para nuestras vidas. Y porque el cambio que deseamos y necesitamos hacer en nuestro corazón solo podemos hacerlo ahora. Él ahora es nuestro centro de poder, el pasado se fue y es historia.
Lo que hoy sabemos en psicología y sociología acerca de los procesos personales y sociales de cambios, ya Jesucristo lo había expresado con estas sabias palabras en los Evangelio: No se echa vino nuevo en odres viejos.
Hoy sabemos que todo lo que existe, incluyendo los seres humanos y las sociedades, son sistemas abiertos regidos por el principio de entropía o caos. Y que ese caos energético es saludable, porque solamente del caos salen los nuevos paradigmas. Es decir, que es del embrión de la entropía o caos de donde nace el orden. Los seres humanos inteligentes utilizan el caos para cambiar, es decir, para darle la bienvenida a “nuevos vinos en nuevos odres”, utilizando la metáfora del Señor Jesucristo.
No hay cambios personales y sociales que sean positivos y duraderos, sin que los “odres viejos” sean deshechos y abandonados. Jesucristo se lo dijo al viejo maestro Nicodemo: “Te es necesario nacer de nuevo”. Todo cambio trae consigo un nuevo paradigma. Nuevas maneras de pensar, actitudes, percepciones, hábitos, y sobre todo, nuevas zonas confortables.
¿Por qué resistimos el cambio aun cuando sabemos que lo necesitamos? La respuesta más categórica a esta pregunta es que lo hacemos porque estamos apegados a nuestras resistencias mismas. Hemos creado resistencias a los cambios, aun los cambios absolutamente necesarios, debido al alto valor que le asignamos a nuestra seguridad. No renunciamos a nuestras seguridades tan fácilmente. Hemos creado estas seguridades, estas zonas confortables, “estos odres viejos”, desde el momento que salimos de la matriz y entramos a esta nueva vida terrestre. Y estamos apegados a esta vida segura que conocemos bien y donde nos sentimos cómodos.
Pero la entropía o caos nos indica que la hora para cambiar nos ha llegado. Que el momento de poner “vino nuevo en odres nuevos” nos llegó. Que la hora de “nacer de nuevo” es nuestra, que es buena, agradable, y que es tiempo de darle la bienvenida. Todos nosotros tenemos diversos momentos y etapas de caos o entropías en nuestras vidas cotidianas.
Para sanar nuestros corazones, tenemos que vencer nuestros miedos a perder nuestras zonas confortables. Tenemos que entregar y rendir nuestras resistencias a los divino. Porque son nuestras resistencias las que nos impiden volar hacia nuevas alturas, beber aguas cristalinas y puras, saborear las delicias de los nuevos nacimientos, oler las fragancias de los nuevos jardines que nos traen los cambios producidos por el caos. Cuando entregamos y rendimos nuestras resistencias a lo divino, descubrimos que estamos seguros y que no tenemos nada que perder, excepto las cadenas que nos aprisionan.
Para sanar nuestros corazones, nos armamos de valor y de coraje, y entregamos nuestras resistencias a las energías divinas. Las energías divinas se encargaran del resto, incluyendo aquellas cosas que no entendemos, que generalmente son muchas. Cuando nuevas zonas confortables nacen en los espacios de nuestros nuevos cambios, entendemos “que sabrosos son los frutos de la tierra prometida”. El caos ha dado a luz un nuevo nacimiento en nosotros. Todo está ordenado en el universo para nuestro bien. Nuestras vidas siempre tienen tuna dirección positiva cuando la vivimos por la fe.
Regreso a ti lector que has llegado a aquí en tu lectura.
Tu eres un ser importante, y lo más importante que posees es tu vida. Tú no eres el mismo cada día que despiertas. Eres otra persona cada día. Cada segundo que pasa las mayorías de los billones de células que hay en tu cuerpo se transforman en células nuevas. No tienes que temer al cambio. Los cambios son positivos y beneficiosos para ti. De tu propia entropía o caos surge tu orden. Si asumes tu vida con responsabilidad, el orden del universo se encargará del resto. El principio simple para vivir la vida número siete te invita a aprender a tomar ciento por ciento responsabilidad por tu vida. Tu origen es divino y espiritualmente no careces de nada. Eres un ser creador, y puedes usar tus pensamientos, tus creencias y tus palabras para crear la vida que deseas vivir ahora. Todo el poder que tienes a tu disposición lo posees en el ahora. Tu pasado es historia y ya no existe.
Párate frente al espejo, mírate a los ojos, y repite cinco veces:
Tengo la disposición y la voluntad de total responsabilidad por mi vida. Estoy creando mi vida en el presente tal y como deseo vivirla en el futuro. Le doy la bienvenida a mi niño (a) de tres años. Lo abrazo, lo beso y lo acepto incondicionalmente. Este es el mejor día de mi vida. Soy una persona valiosa y digna de amar y ser amada.
Que seas bendecido tú que lees. Que tu corazón empiece a despertar y a sanarse. ¡Ahora!
Ideas prácticas para la receta número7
1. ¿Vives quejándote de todas las cosas que no te salen como tú esperas? No estás solo. Esta es una de las primeras respuestas que aprendemos para no tomar entera responsabilidad por nuestras vidas. Tomas notas cuando te quejes y detente. Puedes incluso llevar un diario de tu progreso.
2. Acusar a otros es el camino más corto que tomamos para no aceptar entera responsabilidad por nuestros hechos. Tomas notas cuando acuses a otros, y de ser posible, lleva un diario de tus progresos.
3. ¿Puedes pensar en algunas situaciones en las que te has sentido victima? Describes estas situaciones en tu diario de victimización, que sucedió, quienes estaban involucrados, como te sentiste. Describes cómo te sientes cuando las personas expresan tenerte lastima.
4. ¿Puedes describir algunas situaciones en tu vida cuando has usado las excusas para justificar tus errores? Tomas notas en tu diario de excusas.
5. Puedes empezar a reflexionar en las diferentes maneras en las que te es posible tomar entera responsabilidad por tu vida. Reflexionas en áreas específicas: relaciones de negocios, profesionales, el manejo de tu dinero, tu vida romántica y familiar.
6. Describes algunas áreas de tu vida que tú sabes que tienes la necesidad de tomar más responsabilidad. Escribes esas áreas de tu vida, y al lado o debajo señalas paso a paso, como empezaras a tomar entera responsabilidad en esas áreas de tu vida.
Preguntas curiosas
Cómprate un diario solamente para manejar estas áreas de tu vida. No seas demasiado crítico contigo. Trátate con compasión, ternura y auto-amor. Solo señalas las áreas de tu vida donde trabajaras con más dedicación. ¡Al final, tomar mayor responsabilidad por tu vida te harás sentir un ser humano más libre!
Empiezas a notar cada vez que estés usando quejas, acusación, victimización y excusas. Detente y empiezas la conversación de nuevo. Que disfrutes esos nuevos cambios que te producirán un nuevo sentido de libertad y de control de tus propios destinos.
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*Puedes obtener el libro “Recetas para Sanar tu Corazón: Principios simples para vivir la vida” en todo el mundo aqui:
http://www.amazon.com/Hector-Williams...
O en la página del autor:
http://www.hectorwilliamszorrilla.com...
Recetas para Sanar tu Corazon: Principios simples para vivir la vida
Recetas para Sanar tu Corazon: Principios simples para vivir la vida
Por Héctor Williams Zorrilla
(Este artículo es digo de que lo leas. Es un regalo especial del autor del libro “Recetas para Sanar tu Corazón: Principios simples para vivir la vida” que acaba de ser publicado. Esta es la receta # 7 de las 29 recetas que hay en el libro.
Puede obtener el libro en:
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Principio número 7
¡Tu vida es ciento por ciento tu responsabilidad!
Esa vida que disfrutas es tuya. Te fue dada como un regalo para ti. Eres responsable ciento por ciento de ella. Tienes que aprender a tomar responsabilidad por toda tu vida. Por todos tus actos, éxitos, fracasos, aciertos, errores. No puedes pretender evadir tu vida. Acéptala y vívela con todas sus implicaciones. Responsablemente.
El universo está bien organizado para tu beneficio. Nadie ni nada en la tierra o en el universo están en contra de ti. Todos los recursos de la tierra y del universo están a tu favor, contigo, trabajando para tu beneficio. El sentido de esta verdad es la primera razón por la que tienes que tomar entera responsabilidad por y de tu vida. No tienes enemigos reales ni en la tierra ni en el universo. Todas las energías la tierra y del universo trabajan para tu bienestar. No malgaste tus preciados recursos percibiendo, hablando y pensando de enemigos que te impiden realizar tus sueños. Todos los recursos de la tierra y del universo son tus amigos y están a tu favor. Eres un ser especial que viniste a la tierra a cooperar con el bienestar de toda la humanidad, y no hay fuerzas que puedan impedir ese propósito.
Por lo tanto, olvídate de las quejas, saca las quejas de tu diccionario de la vida. Ellas ni resuelven ni te sirven de nada. No te son útiles. Tú eres un ser humano sabio e inteligente. No pierdas tu tiempo, energías y recursos quejándote. Utilizas esos recursos resolviendo, avanzando, creciendo. Cuando te quejas contra alguien o algo, significa que tú sabes que tienes una situación para resolver. Quejándote no la va a resolver. Enfréntala directamente con soluciones. Eres un ser humano sabio e inteligente. Borra las quejas del diccionario de tu vida. Las quejas te distraen y llenan tus pensamientos de telarañas. Estableces tu verdad haciendo lo que tienes que hacer con tu vida, no quejándote acerca de ella. Todo en el universo está preparado y dirigido para servir a tu bienestar. Los recursos que puedes utilizar quejándote, úsalos para sincronizarte con las fuerzas del universo que trabajan a tu favor. Cuando te quejas le envía señales de debilidad y contradicción al universo. “Cuando pides, recibes” y el universo interpreta tus quejas como una petición y te la devuelve para atrás. Cuando te quejas lo haces de manera negativa. Tú no quieres negatividad en tu vida. Y eso es lo que recibes para atrás del universo al quejarte.
Olvídate de las acusaciones a ti mismo, situaciones u otras personas. Si tienes que decirle algo alguien díselo directamente, con asertividad. Cuando acusas admite que tú tienes otras soluciones. Lo que tienes que hacer es buscar y aplicar esas soluciones a las situaciones y circunstancias de tu vida. Tus acusaciones no resuelven nada, y ni siquiera te sirven de catarsis o desahogo. Por lo contrario, te aumentan las frustraciones de la vida y te hacen menos efectivo. Eres un ser humano inteligente y sabio. Saca las acusaciones de tu diccionario de tu vida. Jamás te acuses negativamente a ti mismo (a) de algo. Trátate con cariño, ternura y amor. Ya re acusaron lo suficiente durante tu niñez. Todavía guardas en tus memorias todas las críticas negativas que te hicieron en la niñez. Tienes que perdonar tu pasado y enviarlo libre, incluyendo a todas las personas de tu pasado. Tienes que perdonar a todas las personas que te hicieron daño y criticaron en el pasado durante tu niñez. Debes dejar a esas personas libres porque ellas son responsables de sus propios actos, no tú. No perdonas sus actos negativos contra ti, sino que perdonas a la persona que es víctima de su propio nivel de entendimiento espiritual. Si una persona daña a un niño (a), es porque necesita adquirir mayor entendimiento espiritual. Cuando decides dejar libre tu pasado, te liberas a ti mismo (a). Al liberarte de tu pasado, disuelves y sanas las emociones y los sentimientos que te unen a él. Algunas de las emociones y sentimientos que te unen a las heridas de tu pasado son: el resentimiento, la amargura, el odio, el rencor, la ira, el enojo, la culpa, la vergüenza, el miedo, la tristeza, la desconfianza. Todas estas son emociones nocivas que te limitan y te aprisionan. Al perdonar tu pasado y dejarlo libre, re-emplazas estas emociones y sentimientos por otras más sanas y enriquecedoras de tu vida presente. Y abres entonces espacios para el amor, la paz, el gozo, la asertividad, la seguridad, la fe y la confianza, la ternura, la dulzura. Decides perdonar tu pasado y dejarlo libre, utilizando tus pensamientos, tus creencias y tus palabras en el presente y el ahora. Cuando perdonas y liberas tu pasado, te estás perdonando y liberando a ti primero. Y entonces ya no sientes la necesidad de acusarte ni acusar a nadie más. Al ser libre de tu pasado, puedes vivir en el presente y usar tus pensamientos, tus creencias y tus palabras para crear la vida de tus sueños en el ahora. Tu presente adquiere poder y tu pasado es historia sin significado. Ni sientes la necesidad de acusar a alguien, porque ya no hay nadie a quien acusar.
Olvídate de la victimización o de hacerte la victima cuando las cosas no salen como lo esperas. Aceptas la realidad de los hechos y sigues adelante. Cuando te comportas como víctima alejas soluciones y recursos, porque ninguna persona triunfadora desea estar cerca de una víctima. Cuando te sientes víctima es porque te sientes culpable. Si te has equivocado, admítelo y muévete hacia adelante con tu vida. No te quedes sumergido en tus sentimientos de victimización. Ellos te dañan el sabor alegre y de felicidad de la vida. Eres un ser humano inteligente y sabio. Borra la victimización del diccionario de tu vida. Consciente o inconscientemente tú creas y atraes todas las experiencias que te ocurren. Es más beneficioso para ti que te dediques a disolver todos los patrones de pensamientos, creencias y palabras que están atrayendo y creyendo experiencias que te desagradan. Tu eres un (a) creador (a). Lo único que tienes que hacer para cambiar las experiencias que te desagradan y no deseas en tu vida, es perdonarlas y agradecerles el servicio que te proveyeron, y utilizar tus pensamientos, tus creencias y tus palabras para crear las experiencias que deseas tener tu vida en el presente. Nunca eres víctima de algo, excepto de la falta de entendimiento espiritual. El entendimiento espiritual que posees está de acuerdo al nivel de vida espiritual que vives. Cuando elevas tu entendimiento espiritual también elevas tu nivel de vida espiritual.
Olvídate de las excusas y admites que algo no salió como tú lo esperas. Eres un ser humano que todavía posees imperfecciones, pero que fuiste creado por la perfecta divinidad. Algunas veces tendrás que excusarte con alguien por haberle ofendido o mal interpretado. Eso es parte de las comunicaciones humanas. Hazlo que cada vez que sea necesario. Pero no vivas de excusas para justificar constantemente cuando las cosas salgan mal. Esas excusas te hunden en la negatividad, la mediocridad y la vida infeliz. Enfréntate a la verdad de los hechos. Y adquieres los recursos necesarios para que las cosas funcionen como esperas. No vivas de excusas en excusas para ocultar tus errores, ignorancia, falta de motivación, falta de iniciativa y creatividad, decisiones emocionales o con falta de raciocinio. Eres un ser humano sabio e inteligente. Borra las excusas del diccionario de tu vida. Los fracasos te darán la oportunidad de prepararte y hacerlo mejor la próximo vez. Eres un (a) creador (a) y la práctica te hará perfecto (a).
Todos nosotros nos resistimos al cambio.
Utilizamos quejas, acusación, victimización y excusas porque de alguna manera nos resistimos al cambio que necesitamos para nuestras vidas. Y porque el cambio que deseamos y necesitamos hacer en nuestro corazón solo podemos hacerlo ahora. Él ahora es nuestro centro de poder, el pasado se fue y es historia.
Lo que hoy sabemos en psicología y sociología acerca de los procesos personales y sociales de cambios, ya Jesucristo lo había expresado con estas sabias palabras en los Evangelio: No se echa vino nuevo en odres viejos.
Hoy sabemos que todo lo que existe, incluyendo los seres humanos y las sociedades, son sistemas abiertos regidos por el principio de entropía o caos. Y que ese caos energético es saludable, porque solamente del caos salen los nuevos paradigmas. Es decir, que es del embrión de la entropía o caos de donde nace el orden. Los seres humanos inteligentes utilizan el caos para cambiar, es decir, para darle la bienvenida a “nuevos vinos en nuevos odres”, utilizando la metáfora del Señor Jesucristo.
No hay cambios personales y sociales que sean positivos y duraderos, sin que los “odres viejos” sean deshechos y abandonados. Jesucristo se lo dijo al viejo maestro Nicodemo: “Te es necesario nacer de nuevo”. Todo cambio trae consigo un nuevo paradigma. Nuevas maneras de pensar, actitudes, percepciones, hábitos, y sobre todo, nuevas zonas confortables.
¿Por qué resistimos el cambio aun cuando sabemos que lo necesitamos? La respuesta más categórica a esta pregunta es que lo hacemos porque estamos apegados a nuestras resistencias mismas. Hemos creado resistencias a los cambios, aun los cambios absolutamente necesarios, debido al alto valor que le asignamos a nuestra seguridad. No renunciamos a nuestras seguridades tan fácilmente. Hemos creado estas seguridades, estas zonas confortables, “estos odres viejos”, desde el momento que salimos de la matriz y entramos a esta nueva vida terrestre. Y estamos apegados a esta vida segura que conocemos bien y donde nos sentimos cómodos.
Pero la entropía o caos nos indica que la hora para cambiar nos ha llegado. Que el momento de poner “vino nuevo en odres nuevos” nos llegó. Que la hora de “nacer de nuevo” es nuestra, que es buena, agradable, y que es tiempo de darle la bienvenida. Todos nosotros tenemos diversos momentos y etapas de caos o entropías en nuestras vidas cotidianas.
Para sanar nuestros corazones, tenemos que vencer nuestros miedos a perder nuestras zonas confortables. Tenemos que entregar y rendir nuestras resistencias a los divino. Porque son nuestras resistencias las que nos impiden volar hacia nuevas alturas, beber aguas cristalinas y puras, saborear las delicias de los nuevos nacimientos, oler las fragancias de los nuevos jardines que nos traen los cambios producidos por el caos. Cuando entregamos y rendimos nuestras resistencias a lo divino, descubrimos que estamos seguros y que no tenemos nada que perder, excepto las cadenas que nos aprisionan.
Para sanar nuestros corazones, nos armamos de valor y de coraje, y entregamos nuestras resistencias a las energías divinas. Las energías divinas se encargaran del resto, incluyendo aquellas cosas que no entendemos, que generalmente son muchas. Cuando nuevas zonas confortables nacen en los espacios de nuestros nuevos cambios, entendemos “que sabrosos son los frutos de la tierra prometida”. El caos ha dado a luz un nuevo nacimiento en nosotros. Todo está ordenado en el universo para nuestro bien. Nuestras vidas siempre tienen tuna dirección positiva cuando la vivimos por la fe.
Regreso a ti lector que has llegado a aquí en tu lectura.
Tu eres un ser importante, y lo más importante que posees es tu vida. Tú no eres el mismo cada día que despiertas. Eres otra persona cada día. Cada segundo que pasa las mayorías de los billones de células que hay en tu cuerpo se transforman en células nuevas. No tienes que temer al cambio. Los cambios son positivos y beneficiosos para ti. De tu propia entropía o caos surge tu orden. Si asumes tu vida con responsabilidad, el orden del universo se encargará del resto. El principio simple para vivir la vida número siete te invita a aprender a tomar ciento por ciento responsabilidad por tu vida. Tu origen es divino y espiritualmente no careces de nada. Eres un ser creador, y puedes usar tus pensamientos, tus creencias y tus palabras para crear la vida que deseas vivir ahora. Todo el poder que tienes a tu disposición lo posees en el ahora. Tu pasado es historia y ya no existe.
Párate frente al espejo, mírate a los ojos, y repite cinco veces:
Tengo la disposición y la voluntad de total responsabilidad por mi vida. Estoy creando mi vida en el presente tal y como deseo vivirla en el futuro. Le doy la bienvenida a mi niño (a) de tres años. Lo abrazo, lo beso y lo acepto incondicionalmente. Este es el mejor día de mi vida. Soy una persona valiosa y digna de amar y ser amada.
Que seas bendecido tú que lees. Que tu corazón empiece a despertar y a sanarse. ¡Ahora!
Ideas prácticas para la receta número7
1. ¿Vives quejándote de todas las cosas que no te salen como tú esperas? No estás solo. Esta es una de las primeras respuestas que aprendemos para no tomar entera responsabilidad por nuestras vidas. Tomas notas cuando te quejes y detente. Puedes incluso llevar un diario de tu progreso.
2. Acusar a otros es el camino más corto que tomamos para no aceptar entera responsabilidad por nuestros hechos. Tomas notas cuando acuses a otros, y de ser posible, lleva un diario de tus progresos.
3. ¿Puedes pensar en algunas situaciones en las que te has sentido victima? Describes estas situaciones en tu diario de victimización, que sucedió, quienes estaban involucrados, como te sentiste. Describes cómo te sientes cuando las personas expresan tenerte lastima.
4. ¿Puedes describir algunas situaciones en tu vida cuando has usado las excusas para justificar tus errores? Tomas notas en tu diario de excusas.
5. Puedes empezar a reflexionar en las diferentes maneras en las que te es posible tomar entera responsabilidad por tu vida. Reflexionas en áreas específicas: relaciones de negocios, profesionales, el manejo de tu dinero, tu vida romántica y familiar.
6. Describes algunas áreas de tu vida que tú sabes que tienes la necesidad de tomar más responsabilidad. Escribes esas áreas de tu vida, y al lado o debajo señalas paso a paso, como empezaras a tomar entera responsabilidad en esas áreas de tu vida.
Preguntas curiosas
Cómprate un diario solamente para manejar estas áreas de tu vida. No seas demasiado crítico contigo. Trátate con compasión, ternura y auto-amor. Solo señalas las áreas de tu vida donde trabajaras con más dedicación. ¡Al final, tomar mayor responsabilidad por tu vida te harás sentir un ser humano más libre!
Empiezas a notar cada vez que estés usando quejas, acusación, victimización y excusas. Detente y empiezas la conversación de nuevo. Que disfrutes esos nuevos cambios que te producirán un nuevo sentido de libertad y de control de tus propios destinos.
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O en la página del autor:
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Recetas para Sanar tu Corazon: Principios simples para vivir la vida
Recetas para Sanar tu Corazon: Principios simples para vivir la vida
Published on September 22, 2012 16:11
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