Hector Williams Zorrilla's Blog, page 9

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¿Cómo podemos permitir y recibir nuestro estado natural de abundancia?.

¿Cómo podemos permitir y recibir nuestro estado natural de abundancia?.

¿Cómo podemos permitir y recibir nuestro estado natural de abundancia?

Por Héctor Williams Zorrilla

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Una de las leyes naturales de la divinidad es el estado natural de la abundancia. Toda la naturaleza es esencialmente abundante. Cuando experimentamos las emociones, los sentimientos y las percepciones de abundancia, nos sentimos seres realizados, plenos y felices. Sentirnos y expresar abundancia, nos llena de gozo espiritual, y nos permite realizar nuestro verdadero propósito en la vida: ser personas felices y plenas…

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El universo al cual pertenecemos es esencial e infinitamente abundante y próspero. Las palabras escasez y carencia no se encuentran en el lenguaje de la sabiduría divina. La única razón por la que poseemos pensamientos y emociones de carencia en nuestras experiencias cotidianas de vida, es porque hemos aprendido a poner resistencia o falta de fe, a nuestro estado natural de abundancia y prosperidad.

La tarea básica para nuestro vivir diario es sencilla: permitir y recibir nuestro estado natural de abundancia, no resistirlo. Desde el lugar de la carencia, cuando nos sentimos y percibimos carentes, no podemos atraer y manifestar abundancia. Porque la premisa de la ley universal de la atracción es clara: cuando pensamos y expresamos emociones de carencia, atraemos y manifestamos más carencia, de la misma manera que, los pensamientos emociones de miedo atraen más miedo, y las emociones de infelicidad, miseria y depresión, atraen y manifiestan más infelicidad, miseria y depresión. Cuando expresamos pensamientos y emociones de resentimiento, amargura, odio, desamor, tristeza, inseguridad, vergüenza, culpa, atraemos y manifestamos más pensamientos y emociones de esas mismas categorías. Todos los pensamientos y emociones, positivas o negativas, que enviamos a la divinidad y al universo, las recibimos de regreso expandidas y crecidas.

Cada pensamiento que tenemos posee un tono vibratorio, que lo conecta con otros pensamientos con los mismos tonos vibratorios, y al final, todos los pensamientos con los mismos tonos vibratorios realizan o cumplen la ley de la atracción. Es por eso que, todos nuestros pensamientos poseen poderes creadores para atraer y manifestar realidades físicas, es decir, poseen poderes para transformarse en realidades tangibles naturales a sus contenidos. Nuestros pensamientos de carencia y escasez, se conectan o relacionan con más pensamientos de carencia, y debido a la inevitable ley de la atracción, atraen y manifiestan más carencia y escasez. Con nuestros pensamientos y emociones de carencia y escasez, atraemos hacia nosotros más carencia y escasez.

Por otro lado, desde el lugar de la abundancia, no podemos atraer carencia. Nuestros pensamientos y emociones de abundancia, atraen y manifiestan abundancia, de la misma manera que, nuestros pensamientos y emociones de amor, atraen y manifiestan más amor, y los pensamientos y emociones de fe, confianza, seguridad, perdón, compasión, alegría, gozo, felicidad, salud, atraen y manifiestan más de esas mismas categorías. Con nuestros pensamientos y emociones de abundancia, atraemos hacia nosotros más abundancia.

Cuando expresamos muchos pensamientos y emociones positivas y optimistas, estas se conectan y relacionan con más pensamientos y emociones positivas y optimistas, y al final, debido a la poderosa ley de la atracción, atraen y manifiestan los mismos frutos de lo positivo y del optimismo. Y los frutos de lo positivo y del optimismo son sabrosos, y se exhiben y manifiestan en todas las áreas de nuestras vidas: nuestras relaciones humanas, amistosas, románticas, las finanzas, las profesionales, el trabajo, la salud, el cuerpo, la mente, el alma, y todo lo que hacemos en la vida cotidiana. Cuando con la práctica y el hábito nos transformamos en personas realmente positivas y optimistas, y vivimos la vida por la fe, la confianza, el optimismo y una actitud positiva frente a la vida, entonces podemos experimentar las riquezas de la abundancia natural, el verdadero éxito perdurable, y la felicidad inevitable. Cuando somos personas positivas y optimistas, somos seres humanos sin límites, y la salud espiritual, emocional, sicológica, intelectual, social, financiera, física, nos brota con los poros. Y a este nivel, todos saben las clases de pensamientos que pensamos consistentemente, porque estos se hacen públicos en nuestras cotidianidades de la vida. Estas personas son contagiantes, y como imanes, atraen hacia ellas más personas, situaciones, circunstancias y eventos positivos y optimistas. Estas son las personas que las gentes las tildan de “tener buena suerte en la vida”.

Nuestro sistema emocional nos indica claramente, si los pensamientos que pensamos están conectados o no, con lo que realmente somos, y lo que realmente deseamos tener y disfrutar en la vida. Si deseamos disfrutar de nuestro estado natural de abundancia, y entonces escogemos, agarramos y enviamos pensamientos de abundancia a la divinidad y al universo, y al hacerlo, nos sentimos bien, tranquilos, seguros, confiados, es porque estamos pensando desde el lugar de la abundancia. Y la ley de la abundancia se encarga de que todos los pensamientos que pensamos desde el lugar de la abundancia, atraigan y manifiesten más abundancia inevitablemente. En ese hecho se encuentra la “magia” de las personas que atraen y manifiestan su estado natural de abundancia y prosperidad en sus experiencias cotidianas de vida.

Por otro lado, si nuestros pensamientos de abundancia salen desde el lugar de la carencia y necesidad, entonces sentimos miedo, inseguridad, duda, y debido a la ley de la atracción, la carencia y la escasez se expanden y crecen en nuestras vidas cotidianas. Estas son las personas que las gentes tildan de “tener mala suerte en la vida”.

Nuestro vivir cotidiano se torna simple y bello, cuando primero, descubrimos y recordamos lo que realmente deseamos tener y disfrutar en esta forma física de vida. Y todo lo que deseamos disfrutar en nuestras experiencias cotidianas de vida, está relacionado con lo que ya sabemos merecemos tener: felicidad, abundancia, salud, relaciones satisfactorias, gozo, alegría y la expansión de todas las formas de bienestar y plenitud. En esa realidad se encuentra nuestra herencia natural como seres espirituales con origen divino que somos.

Segundo, con este conocimiento, escogemos, agarramos y enviamos a la divinidad y al universo, nuestros mejores pensamientos y emociones que representan lo que realmente deseamos tener y disfrutar en nuestras vidas. Y de manera “mágica”, esas son las cosas que atraemos y manifestamos en nuestras experiencias cotidianas de vida.

Tercero, de manera consciente, eliminamos toda forma de resistencia, permitiendo que lo que deseamos fluya hacia nosotros, y recibiendo todo el bienestar que la divinidad y el universo atraen y manifiestan para nosotros. Porque sabemos, sin un ápice de duda, que las merecemos y somos dignos de todas ellas.

Cuarto, decidimos disfrutar y compartir todo el bienestar que se manifiesta en nuestras experiencias diarias de la vida. Porque a ese nivel, lo que somos y lo que hacemos se tornan una sola esencia de nuestro vivir y de nuestras experiencias de vida.

Poseemos el poder para decidir que nuestras vidas sean simples y bellas, porque sabemos que hay abundancia natural e infinita de todo lo que realmente deseamos y aspiramos tener y disfrutar en nuestras experiencias cotidianas de vida. Disponemos de todos los recursos para hacerlo: nuestros mejores pensamientos y emociones. Nuestra tarea consiste en escoger, agarrar y enviar a la divinidad y al universo, nuestros pensamientos y emociones desde el lugar de la abundancia, no desde el lugar de la carencia. Mientras más expandimos el bienestar en nuestras vidas, permitiéndolo, aceptándolo y recibiéndolo, nuestra resistencia decrece y se evapora. Y mientras menos resistencia presentamos, más recibimos de aquello que deseamos tener y disfrutar en nuestras vidas. Así es la manera como nos transformamos en seres abundantes y prósperos desde dentro y hacia afuera.

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Las vibraciones o frecuencias de la vida: todo lo que se resiste, se expande y persiste…

Por Héctor Williams Zorrilla

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Todo lo que existe es energía vibratoria, y nosotros somos energías vibratorias, incluyendo nuestros pensamientos y emociones. Y debido a la ley de la atracción, todas las cosas que estamos en contra, y pensamos y sentimos fuertes emociones hacia ellas, se expanden y persisten. Es decir, recibimos y tenemos más de ellas, mientras más pensamientos y emociones ejerzamos para alejarlas. Y esta ley se cumple tanto en la vida personal como en la vida social. Si estamos contra el hambre, la guerra, la pobreza, las drogas, el terrorismo, estas cosas se expanden y tenemos más de ellas. Esto es exactamente lo que sucede con las guerras que libramos en contra de todas estas realidades: se aumenta la guerra, la pobreza, el hambre, las drogas y el terrorismo. La madre Teresa entendía esta ley, y por eso decía que no la invitaran a una “manifestación contra la guerra, sino a una en favor de la paz”. Es más saludable y beneficioso estar en FAVOR de una causa, que en contra de ella. Todas las energías, positivas o negativas, a las que prestamos mucha atención mental y emocional, se expanden. Es mejor permitir y recibir el BIEN o el bienestar, que rechazar y resistir el “mal”. Debemos estar en favor de más abundancia, comida, paz y felicidad para todos, para que estas energías se expandan en favor de todos.

Analicemos brevemente la energía del dinero. El dinero es la energía más poderosa que existe, después de las energías del pensamiento y de la sexualidad. La mayoría de las personas creen que necesitamos poseer mucho dinero, para atraer y manifestar la energía del dinero. Así que, las personas que se sienten ser pobres, carentes y en necesidad, están constantemente enviando la energía de que “soy pobre, carente y en necesidad”, y por supuesto, recibiendo más pobreza, carencia y necesidad de regreso. Esta es una de las razones por que los pobres siguen siendo más pobres, y los ricos más ricos.

Porque sintiéndonos pobres y miserables, no podemos atraer y manifestar dinero ni abundancia ni prosperidad. La conciencia de la pobreza no produce la conciencia de la abundancia. La conciencia de la pobreza y necesidad atrae y manifiesta más pobreza y necesidad. Solamente atraemos abundancia cuando desarrollamos una conciencia de abundancia. Y esta conciencia de abundancia tiene que empezar por la expresión, en pensamientos, palabras y emociones, de una conciencia de merecimiento y gratitud. Cuando creemos y decimos que “Yo merezco la abundancia solo por el hecho de ser un ser espiritual con origen divino. La abundancia es mi derecho de nacimiento”. Y seguimos creyendo esta verdad, hasta que una conciencia de abundancia invada todo nuestro ser. Y tarde o temprano, nuestras experiencias cotidianas de vida probará nuestra nueva creencia en la abundancia, en el momento que podamos oírla, parparla, escucharla, olerla y verla.

Desde el lugar de la pobreza, la carencia y la escasez, se atrae y manifiesta más pobreza, carencia y escasez. Mientras más resistimos la pobreza, la carencia y la escasez, y constante y consistentemente enviamos esta energía de “resistencia de la pobreza” utilizando nuestros pensamientos y emociones, más pobreza, carencia y escasez recibimos de regreso.

Pero podemos atraer la energía de la abundancia, todas las formas de la abundancia, cambiando la conciencia de la pobreza por una conciencia de abundancia. No es el hecho de que seamos pobres lo que nos mantiene pobres, sino, el mantener, alimentar y practicar una conciencia de pobreza (el pensar y sentir constantemente que somos pobres). Mientras más resistimos la pobreza, más pobreza recibimos de regreso, porque todo lo que resistimos se expande y persiste con más fuerza. Cuando usamos nuestros pensamientos y emociones para enviar las vibraciones y las frecuencias de la pobreza y carencia, nuestras torres receptoras de energías reciben las señales de más pobreza y carencia. Y nuestras experiencias cotidianas de vida atraen y manifiestan más pobreza y carencia. Si escuchamos la radio y estamos en sintonía con la frecuencia 89.1 FM, las vibraciones de sonidos que escucharemos serán aquellas recibidas y transmitidas por esa estación radial.

Desde el lugar de la abundancia y la prosperidad, atraemos y manifestamos más abundancia y prosperidad. Es decir, nuestra conciencia de abundancia, atrae y manifiesta más abundancia. Enviamos nuestras vibraciones y frecuencias a la divinidad y al universo, mediante nuestros pensamientos y emociones. Pensamientos y emociones de abundancia, atraen y manifiestan más abundancia, porque estamos manifestando una conciencia de abundancia; pensamientos y emociones de carencia y necesidad, atraen y manifiestan más carencia y necesidad, porque estamos manifestando una conciencia pobreza y necesidad. Las emisoras de las energías que recibimos de regreso, son aquellas con las que estamos sintonizados.

Relájate, enfócate en tu respiración, y pregúntate lo siguiente. ¿Qué es lo que recibe mi atención? ¿En qué pienso más? ¿En lo que deseo tener y disfrutar, o en lo que carezco y no poseo? ¿Me siento ser una persona con carencia, o una persona plena y abundante? ¿Desde cuál lugar pretendo atraer y manifestar en mi vida lo que realmente deseo y aspiro tener y disfrutar en ella? ¿Desde el lugar de la abundancia (una conciencia de abundancia), o desde el lugar de la carencia y la escasez (una conciencia de pobreza y escasez)?

Las respuestas a estas preguntas nos las ofrece nuestro sistema emocional. Solamente tenemos que observar si nuestros pensamientos provocan y producen emociones positivas o negativas, agradables o desagradables, de satisfacción o de insatisfacción. Nuestras emociones nos indican claramente las estaciones energéticas con las que estamos sintonizados.

Si me siento bien, pleno (a), satisfecho (a), alegre, feliz, complacido (a), estoy pensando desde el lugar de la abundancia. Y la ley de la atraccion se encarga de atraer y manifestar más abundancia a mis experiencias cotidianas de vida.

Si me siento infeliz, insatisfecho (a), avergonzado (a), dudoso (a), con miedo, estoy pensando desde el lugar de la carencia y la escasez, y la ley de la atracción se encarga de atraer y manifestar más carencia y necesidad a mis experiencias cotidianas de vida.

Cuando estamos conectados con quienes realmente somos, seres espirituales con origen divino, y atraemos y manifestamos lo que realmente deseamos tener y disfrutar en nuestras experiencias cotidianas de vida, esas realidades nos producen y provocan sensaciones, emociones y percepciones de bienestar, felicidad, expansión y plenitud de la vida.

Todos podemos aprender a pedir a la divinidad y al universo, y cuando pedimos desde el lugar de la abundancia, siempre recibimos lo que pedimos y atraemos y manifestamos más abundancia, todas formas de abundancia y bienestar a nuestras experiencias cotidiana de vida. Pero si pedimos abundancia, y nos sentimos pobres y carentes, estamos perpetuando la carencia y la escasez en nuestras experiencias cotidianas de vida. Porque cuando pedimos, siempre recibimos, pero no necesariamente recibimos, atraemos y manifestamos aquello que sale de nuestras bocas con palabras al pedir. Lo que atraemos y manifestamos al pedir, es la esencia de las vibraciones y de las frecuencias de los pensamientos y las emociones contenidas en nuestras peticiones. Son estas vibraciones y frecuencias las que se conectan con la ley de la atracción, no nuestras palabras. Ni la divinidad ni el universo poseen lenguajes, ellos se expresan por medio de vibraciones y frecuencias, de la misma manera que todo el sistema de la naturaleza se expresa a través de vibraciones y frecuencias (la luz, el sonido, el calor, el viento, el agua…)

¿Cómo empezamos a escoger y a enviarle a la divinidad y al universo nuestras mejores vibraciones y frecuencias de pensamientos y emociones? Es decir, ¿cómo comenzamos a pedir desde el lugar de la abundancia, en lugar desde el lugar de la escasez y la carencia? ¿Desde el lugar de la positividad, la fe y el optimismo, y no desde el lugar de la negatividad, la duda y el pesimismo?

Podemos empezar contándonos una historia de vida más positiva, y experimentando emociones más positivas acerca de nuestras experiencias cotidianas de vida. Es decir, sintiendo y expresando más gratitud, sin importar donde nos encontremos, y desde allí, pedir desde el lugar que nos pertenece: la abundancia, la alegría, la paz, el amor, la felicidad, la fe, la confianza, la seguridad…Todos poseemos el poder espiritual para re-escribir nuestras historias de vida. Y la única manera de hacerlo, es dedicándonos a re-escribirlas, sin que nos importen mucho las historias de vida del presente, si ellas no representan todavía el lugar hacia donde nos dirigimos por la fe.

Esta nueva historia de vida que expresamos, al vibrar con la ley de la atracción, atrae y manifiesta la esencia de lo que somos: seres humanos infinitamente abundantes y ricamente bendecidos. Somos seres espirituales con origen divino, que poseemos las esencias de todas las abundancias infinitas de lo divino, lo infinito, lo sublime y del universo ilimitado en abundancia de todo lo posible, lo milagroso, misterioso e imposible. (En realidad, no existen imposibilidades desde las perspectivas de la divinidad).

Cuando pedimos desde el lugar de la abundancia, la respuesta es siempre e inevitablemente más abundancia. La ley de la atracción, como la ley de la gravedad, siempre se cumple. Todos los pensamientos y las emociones que vibran al unísono con las vibraciones de la ley de la atracción, reciben respuestas vibratorias de regreso. Y nosotros podemos elegir las vibraciones y las frecuencias energéticas que deseamos recibir de regreso. Tan sencillo, como elegimos las vibraciones y las frecuencias de las estaciones de radio o de televisión o de celular con las que deseamos conectarnos.

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¿Sabes cómo agarrar tus mejores pensamientos y volar con ellos cada día de tu vida? (Parte 4)

Por Héctor Williams Zorrilla

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*Cuando empieces a usar tus mejores pensamientos en las siguientes áreas de tu vida:

-tu vida personal (emociones, percepciones, deseos, expectativas, sueños);

-todas tus relaciones: amistades, románticas, familiares, de trabajo, profesionales, negocios;

-en el manejo de tu dinero: ingresos, ahorros, gastos, inversiones;

-en las maneras como expresas de tu sexualidad;

Entonces te diriges hacia una vida extraordinaria, que es la única vida que mereces vivir sobre esta tierra…

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Yo sé que hay billones de personas en el globo terráqueo que todavía están manejando el tema del perdón (“perdonar a mis padres, a mis amigos, a mis parejas, mis jefes, etc., etc., etc.”); y todavía más, que billones de personas están tratando el tema del merecimiento (“que si merezco ser feliz, o disfrutar de amar y ser amado (a), o vivir en abundancia, o lograr los deseos de mi corazón, etc., etc., etc.”). Relájate, tú estás en el lugar donde tienes que estar donde quiera que te encuentres, y lo que realmente importa es, si estás escribiendo tu nueva historia de vida desde el lugar donde te diriges a vivir, o desde el lugar donde te encuentras ahora. Tu vida es una jornada, no un destino final…

Estas son algunas de las cosas que entenderás cuando estés preparado (a) para entenderlas. Que todos tus pensamientos son cosas, no meros “pensamientos” inocentes. Que todos tus pensamientos son vibraciones tan reales como las vibraciones de la luz, el calor, el sonido y la electricidad, que atraen y manifiestan todas tus experiencias de vida. Y que cada pensamiento que tú piensas, consciente o inconsciente, crea una realidad física y tangible en tus historias de vida. Esas experiencias cotidianas de vida es lo que estás viviendo ahora mismo.

Por tanto, para ser, tener y hacer lo que te propongas en la vida, tu vida, tienes que vivir consciente de que tus pensamientos provocan, crean e impulsan tus emociones, todas tus emociones, las positivas y las negativas. Y que eso es excelentemente bueno para ti. ¿Por qué? Porque tu sistema emocional te indica exactamente si lo que tú estás pensando son pensamientos acerca de lo que deseas tener y disfrutar en tu vida o no. Solamente tienes que estar consciente de las emociones que tus pensamientos te producen y provocan, y ya tienes la respuesta. Y entonces, puedes elegir cuáles pensamientos pensar consistentemente.

Por eso, cuando te sientes bien, relajado (a), feliz, satisfecho (a), pleno (a), en paz y lleno (a) de alegría y gozo espiritual, tú estás en el mejor momento para atraer y manifestar lo que realmente deseas para tu vida. Y tu punto de poder para hacerlo está en el presente y el ahora. En ese ahora, donde las vibraciones de tus pensamientos y emociones positivas se encuentran con la ley de la atracción, porque en ese punto, tu resistencia a tu bienestar es mínima. Allí es donde tú estás abierto (a) para permitir y recibir todos los deseos que llenan tu corazón. Lo único que impide que tú vivas en el lugar donde realmente deseas y mereces vivir, es tu resistencia, es decir, el no darle la bienvenida, permitir y recibir tu bienestar, todas las formas de bienestar: salud, abundancia, prosperidad, ser feliz, disfrutar de relaciones saludables y felices, dar y recibir amor, la alegría de disfrutar la vida diaria…

Tus pensamientos son vibraciones energéticas. Eres literalmente un (a) imán energético. Las vibraciones energéticas de tus pensamientos tienen un punto de encuentro con la ley universal de la atracción. La ley de la atracción atrae y manifiesta para ti, todo aquello en lo que tú piensas más. La ley de la atracción es generosa, no discrimina ni tampoco filtra tus pensamientos. Si tienes muchos pensamientos negativos, pesimistas, de infelicidad, amargura, resentimiento, odio, recelos, dudas, rencor, carencia, la ley de la atracción te trae más de eso mismo, para que tengas más de las energías que envías a la divinidad y al universo. Si deseas saber cuáles son las categorías de tus pensamientos, es decir, en qué piensas más, solamente tienes que observar cómo te sientes y qué se estás manifestando más en tus experiencias de vida cotidiana. Ahí tienes tu respuesta a esta pregunta.

Además, para ser, tener y hacer lo que te propongas en la vida, tienes que entender el funcionamiento de las tres (3) leyes universales que gobiernan el universo. La primera es la ley de la atracción. No necesitas practicarla ni tener instructores o maestros que te la enseñen, como no los necesita con respecto a la ley de la gravedad. Solamente necesitas entender, que la ley de la atracción te regresa a tus experiencias cotidianas de vida, todas las esencias de las vibraciones de tus pensamientos, las positivas y las negativas. Todos tus pensamientos son energías creadoras, y las energías similares se atraen y manifiestan sus esencias vibratorias, y las energías diferentes se repelen. Muchas vibraciones de pensamientos positivos (“amo y me aman, soy una persona feliz, atraigo abundancia y personas felices, mi vida es bella, soy ser optimista y el optimismo me persigue, atraigo y logro en mi vida todo lo que deseo”), atraen y manifiestan más vibraciones de pensamientos positivos. Muchas vibraciones de pensamientos negativos (“nadie me ama, soy una persona infeliz y miserable, las desdichas y eventos negativos me persiguen, todo lo que atraigo a mi vida son personas negativas e infelices, no tengo en mi vida nada de lo que realmente deseo tener en ella”), atraen y manifiestan más vibraciones de pensamientos negativos. Esta es la ley de la atracción en acción. Todo lo que tú piensas más consistentemente, la ley de la atracción dice: “Si eso es sobre lo que más estás pensando ahora, déjame enviarle más de eso, para que tenga más”.

Para ser, tener y hacer lo que te propongas en la vida, tienes que entender la segunda ley universal: la ley de la creación deliberada. Esta ley sí tienes que practicarla conscientemente (“creación deliberada”, consciente, a propósito, con intención de). Esta ley de la creación delibrada bien entendida, te permite enfocar toda tu atención, todos tus pensamientos, solamente en las cosas, eventos, situaciones, circunstancias, personas, que tú deseas tener y disfrutar en tu vida, no en las que no deseas tener. Todo lo negativo que no deseas tener en tu vida, es un buen contraste que te permite elegir lo que realmente deseas tener. Y ese es el único uso que tú das a tus experiencias negativas. Y las emociones que experimentas te indican la diferencia. Si te maltratan con palabras, eso te hace sentir mal: ira, enojo, resentimiento, vergüenza, miedo, culpa. “Eso no lo deseo en mi vida. Lo que deseo es que me traten bien, con respeto, decencia, humanidad. Eso me hace sentir bien”. La ley de la creación deliberada te permite crear en tus experiencias de vida solamente lo que tú realmente deseas tener en ellas, y por eso te enfocas solo en las cosas que deseas tener, no en las que no deseas tener.

Para ser, tener y hacer lo que te propongas en la vida, tienes que entender y practicar la tercera ley universal: la ley de permitir y recibir todo el bienestar que la vida tiene para ti. Esta ley te permite abrirle las puertas a la vida, a la divinidad, al padre celestial, al todopoderoso, al altísimo, al supremo y al universo, para que entren a tus experiencias de vida todo el bienestar que es tuyo desde antes de venir a la tierra en la forma física que tienes ahora. Tienes que aprender a apreciar todo lo que posees, y a darle la bienvenida, permitir y recibir todo lo bueno, agradable, amoroso, tierno, abundante, próspero, alegre, feliz, que te llegue.

Al escoger y agarrarte de tus mejores pensamientos, los mismos que provocan tus mejores emociones, vivirás tu vida emocional, sicológica, mental, social y financiera, en un estado más feliz, satisfecho, abundante y próspero. Esta es una dinámica de la vida inviolable e inevitable, debido a la ley de la atracción que gobierna el universo. Las vibraciones de tus pensamientos y emociones, positivas o negativas, son las que se unen a las vibraciones de la ley de la atracción. Y esas son las vibraciones que la ley de la atracción te regresa a las experiencias de tu vida cotidiana.

Todos tus pensamientos provocan y manifiestan emociones, positivas o negativas. Y todos tus pensamientos y emociones poseen energías vibratorias que son los puntos de encuentro con la ley de la atracción. Tu tarea es, evocar, escoger y agarrar tus pensamientos, los más positivos que tú piensas, porque ellos provocan tus mejores emociones, las más positivas. Y cuando eso sucede, la divinidad y la ley de la atracción traen y manifiestan más de tus deseos de bienestar en tus experiencias de vida.

Y recuerda que, tu mente es el terreno, y tus pensamientos son las semillas que producen el árbol de tu vida. Y el árbol de tu vida lo puedes renovar con cada pensamiento que piensas para tu beneficio. Eres un imán energético, y cada uno de tus pensamientos contiene un punto de encuentro con la ley inevitable de la atracción. Tu sistema emocional te indica las tonalidades de tus encuentros con la ley de la atracción. Enfócate en pensar pensamientos que te hagan sentir bien y te traigan bienestar, toda forma de bienestar. Tú mereces sentirte bien y tener en tu vida todo el bienestar de la divinidad y del universo. Las leyes universales de la creación deliberada y la de permitir y recibir todo tu bienestar de la vida, son instrumentos poderosos a tu disposición. Úsalas para vivir una vida más feliz, satisfecha y próspera.

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GRATIS: Un regalo para todos los de lectores de este autor, del primer capítulo de la segunda edición revisada de su libro “Recetas para sanar tu corazón: Principios simples para vivir la vida”

*Enlace para leerlo y hacerle comentarios:

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“Este un libro maravilloso y mágico” reportan los lectores.

El libro contiene veinte y nueve recetas cortas, cada una acompañada al final de un ejercicio simple, algunas ideas prácticas sobre el tema de la receta leída, y dos preguntas curiosas que encienden la imaginación de los lectores.

Es un libro lleno de curiosidades de la vida diaria, y con un poder de atracción que no es posible dejarlo cuando se empieza a leer.

Desde la receta número uno titulada “Decidir compartir tu corazón”, y hasta la receta final “Todas las dificultades de tu vida contienen las semillas de un bien igual o mejor para ti”, la lectura del libro es amena, ligera y suave.

Es un libro para tenerlo al lado de su mesita de noche, porque invita a la re-lectura de las recetas, dependiendo de las circunstancias de la vida del lector.

“Este libro está llamado a transformarse en un clásico en el área del desarrollo humano y personal, auto-ayuda y la motivación humana para vivir una vida exitosa y feliz” dice un comentario.

“Este es el mejor libro escrito por este autor hasta ahora” comentan sobre el libro.

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